Una política de estado de insoslayable impacto positivo; ese ha sido el mensaje que renovó el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre el Plan Abre, en lo que parece un llamado de atención a los equipos del gobierno que asumirá el 10 de diciembre en la Casa Gris. El relevamiento habitual que hace la universidad pontificia volvió a avalar este conjunto de acciones que dejará el gobierno de Miguel Lifschitz -ya con status de ley- con estadísticas que ponen en crisis al dogma del ajuste necesario en el gasto público. Disminuyó en Santa Fe, Rosario y Villa Gobernador Gálvez 20,4% la cantidad de jóvenes excluidos del sistema escolar, y aumentó el acceso de la población a la salud pública 100% y 63,2%, respectivamente. En el complejo Fonavi de Grandoli y Gutiérrez, sobre unas 230 familias que vienen siendo encuestadas desde 2014, el 95% respondió que hubo cambios positivos en el barrio y percibe que el gobierno -provincial o municipal- ha hecho "mucho o algo para mejorar la situación" en esas calles. Estas son algunas de las conclusiones del informe que el Observatorio presentó en el Museo del Deporte.

"Gracias al desarrollo del capital humano y de la presencia directa del Estado en estos 33 barrios, aumentó la percepción de la población de estar más acompañada", resumió el presidente del Observatorio, Agustín Salvia, en alusión a la expansión del Abre en el territorio rosarino, en Santa Fe y en Villa Gobernador Gálvez.

El Plan Abre es la coordinación del gobierno provincial con los municipios priorizados para ejecutar mejoras en infraestructura urbana, regularización dominial de vivienda, urbanización de villas y acciones de contención y desarrollo social.

El relevamiento que el Observatorio de la UCA sigue desde 2014 enfoca esas tres ciudades y en el populoso complejo edilicio del barrio Municipal. "Es el Fonavi más grande de toda la Argentina -reparó Salvia-, un barrio de trabajadores que se ha convertido en un barrio problemático en el que las principales cuestiones son la seguridad pública, los altos niveles de violencia y la falta de participación". Y sin embargo, replicó, "la población allí tiene una expectativa en aumento de que las condiciones del barrio van a mejorar", dijo acerca del Fonavi distante a unas pocas cuadras de donde se presentaba el informe, en el Museo de Ayacucho al 4800.

La UCA monitorea el programa desde 2014, con encuestas sostenidas a una porción de la población atendida y sobre su percepción respecto de infraestructura, educación, salud y uso del espacio público.

A mitad de año produjo un informe que exhibía una percepción positiva de la gente para con el plan Abre. Pero esta semana presentaron una actualización del informe con estadísticas más elocuentes, ya con el futuro gobierno definido, en vísperas del recambio de Omar Perotti por Lifschitz, y de Pablo Javkin por Mónica Fein en el municipio de Rosario. La puesta en escena sonó a un mensaje directo a las autoridades electas para sostener esta política social.

El informe indicó que en los dos municipios vecinos relevados, el acceso a pavimento mejoró 55%, y que aumentó un 40 por ciento el acceso de hogares a la red cloacal. Relevaron que el territorio abastecido con redes de agua corriente y energía eléctrica supera el 90% de superficie.

La afluencia de niños y adolescentes en playones o polideportivos públicos se multiplicó al 150% desde 2014. Y en el mismo período disminuyó 20,4% el número de jóvenes excluidos de la escolaridad.

El acceso de población a la salud pública aumentó -al menos en términos de consultas médicas- 63% en el caso de centros de salud, y 100% en el caso de hospitales.

Salvia abundó en datos elogiosos sobre acciones como el acceso a la vivienda y la urbanización de barrios. "Acciones que han tendido a la equidad y al acceso a derechos", definió el titular del Observatorio.

"El Abre es importante no solo por lo que se puede ver, como clubes fortalecidos, calles abiertas y espacios compartidos, sino también porque hoy hay miles de vecinos que se involucran para cambiar su realidad, y eso es lo mejor de este programa único en el país", dijo Fein.

"Pensar que fuimos las primeras localidades donde se llevó a cabo esta experiencia y supimos que desde los gobiernos locales debíamos involucrarnos para que luego se convirtiera en una política pública para toda la provincia", agregó.

Lifschitz definió el plan como "una de las políticas sociales más exitosas de nuestra gestión, que ha intervenido más de 60 barrios del Gran Rosario y el Gran Santa Fe, destinado a barrios en situación de vulnerabilidad".