A pesar de que países de todo el mundo han legislado y aceptado socialmente el uso medicinal del cannabis para combatir los síntomas de diferentes enfermedades, el estigma que los investigadores arrastran al intentar avanzar en el tema es fuerte incluso dentro de la comunidad científica. A pesar de esto, un grupo de investigadores e investigadoras de la Universidad Nacionalidad del Noroeste de Buenos Aires (Unnoba) junto al Centro de Investigaciones Cardiovasculares de la Universidad Nacionalidad de La Plata (UNLP) trabaja con cannabis en un proyecto en el que utilizan como modelo experimental a las moscas de frutas.

El grupo de trabajo logró grandes avances al experimentar con estos insectos, lo que lo llevó a publicar un artículo en la revista científica Biology Open. Sin embargo, la bióloga, investigadora y docente de la Unnoba Paola Ferrero lamenta tener que trabajar con "los prejuicios de algunos evaluadores" de su proyecto.

- La sociedad está repleta de prejuicios con respecto al uso medicinal del cannabis, ¿sucede lo mismo dentro de la comunidad científica?

- Sí, a mucha gente no le gusta que se investigue sobre este tema. Si no son evaluadores a la hora de pedir financiamiento, no los escuchás. Obvio que uno siempre recibe bien las críticas constructivas. Si alguien te critica y te propone otra alternativa, bienvenido. Pero si lo hace fundado en los prejuicios, como resultó con uno de los evaluadores que estuvo en el proyecto que presenté por tercer año consecutivo, es complicado. Los otros dos evaluadores realizaron un trabajo impecable. No porque hayan dicho que todo está perfecto, sino porque hicieron sus observaciones y sus críticas constructivas. Cuando uno presenta un trabajo se somete a eso. La crítica malintencionada también existe dentro de nuestros propios colegas porque somos todas personas.

-¿Cómo es la relación con la universidad, en ese sentido?

-La Unnoba siempre me dio apoyo institucional al igual que el Centro de Investigaciones de la UNLP. Me encanta destacarlo como contraparte al grupo de científicos que dice que el tema no es pertinente ni interesante. Con el tema de recursos, aporta lo que puede. Lo mismo con la infraestructura.

-¿En qué consiste su proyecto?

- Estudiamos los efectos de cannabinoides en moscas de frutas. Comenzó con la iniciativa de Marcelo Morante, quien ha sido el médico pionero en el desarrollo de un montón de investigaciones en nuestro país. Al principio estudiamos moscas sanas. Vimos que, administrando una cepa con alto contenido de THC en tratamiento crónico por vía vaporizada, se manifestaban arritmias cardíacas al principio, lo cual no es un tema menor. Pero, sosteniendo el tratamiento, se veía una mejora de la función cardíaca. Ahora estamos trabajando con un modelo de parkinson y epilepsia. Vamos a ver cómo la administración de cannabinoides puede, por un lado, controlar los síntomas de esas enfermedades, y por otro, si hay algún efecto cardíaco perjudicial al cual deberíamos prestarle atención para que el día de mañana se considere cuando alguien decida realizar un ensayo clínico.

- ¿Qué significa que el cannabis sea aplicado de forma vaporizada?

- Vaporizar no es lo mismo que fumar porque al fumar uno consume otras sustancias perjudiciales producto de la combustión. Cuando uno decide vaporizar lo único que queda vaporizado, justamente, es el compuesto que uno necesita y los productos de combustión no existen en ese caso. Con la mosca, es fácil utilizar esa vía.

- ¿Por qué decidieron trabajar con moscas de fruta?

- La utilizamos porque hay una línea de investigación que clásicamente estudia enfermedades humanas en este modelo. Sirve para estudiar alzheimer, parkinson, epilepsia, obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas. Uno puede pensar “¿en qué nos parecemos a una mosca?”, pero hay un montón de anécdotas, basadas en publicaciones científicas, que pueden responder eso.

-¿Cómo cuáles?

- Hay un trabajo publicado en el 2012 en Science que contaba un caso en el que estudiaban con moscas de fruta. El resumen fue que los machos rechazados sexualmente por las hembras tendían a tomar más alcohol. Muy parecido a la humanidad.

- Pareciera ser un modelo con muchos beneficios para la investigación…

- Sí. Además de ser más barato que los ratones, nos permite un mejor control para este estudio. Si utilizáramos al ratón, uno no puede controlar cuánto inhala y cuánto quedaría en sangre de ese vapor. La mosca, al ser un organismo chiquito al que los vapores le pasan por la piel y se distribuyen por las tráqueas, uno puede tener una asociación más directa y estar seguro de que inhaló, aunque no hablemos de inhalar propiamente dicho.

- Además de los efectos del cannabis, ¿realizan otras investigaciones con este modelo?

 

- Hemos estudiado los efectos de la nicotina. Es algo que tenemos que terminar aún y estamos investigando los efectos de los cigarrillos comerciales. Utilizamos un modelo llamado informalmente como “mosca fumadora”, donde claramente la mosca no fuma, pero estudiamos los efectos de la nicotina en el corazón. Estamos en la etapa de definición y clasificación, donde vemos qué elementos son perjudiciales, cuáles son beneficiosos y demás. Hay un estudio publicado por otro grupo de investigación donde mostraban cómo a las moscas con Alzheimer la nicotina le alargó la sobrevida. Pero eso sólo en moscas, lo que no significa que en ensayos clínicos necesariamente sea igual. Nosotros vimos que en moscas sanas se acorta la sobrevida.