Los comedores son lugares donde las personas acuden a buscar alimentos, pero también espacios de contención. Fernanda cuenta que "el comedor funciona hace ocho o nueve meses. Habíamos comenzado con quince chicos y ahora tenemos entre 50 y 60. Dentro del barrio hay otros comedores, debe haber como unos diez y a todos les pasó lo mismo". Sobre el mismo tema Marcela agrega que "nosotros empezamos con un merendero para dar contención hace cinco años. Pero fue empeorando la situación, cada día se hizo más difícil, comenzaron a venir más chicos. (…) Gracias a Dios el año pasado, con Desarrollo Social, seguimos manteniendo el merendero y el comedor también los sábados".

Y mientras el mate sigue dando la vuelta, Julia relata que "desde hace más o menos un año hay más demanda, de todas las edades. Está el jubilado, el pensionado, el que no tiene una cobertura. Hay muchas chicas embarazadas. A veces no sabemos de qué manera ayudar, porque se ayuda con los alimentos, se les da una mano, pero la gente está muy desprotegida y también necesita contención".

Según Magalí "vienen personas mayores que no tienen ninguna cobertura, hombres que perdieron el trabajo, que son los que colaboran… ellos mismos se permiten trabajar o colaborar en lo que supieron hacer... siempre a cambio de comida". Y agrega que "lo que hemos visto es que no solo aumentó la cantidad de comedores, sino la cantidad de familias que van a los comedores. Porque hoy la mercadería que les damos tampoco llega a sostener a todas las familias que asisten a los comedores".

Salud deteriorada

El tema de la salud es una preocupación central para muchos de los referentes comunitarios, responsables de comedores o de centros de atención primaria consultados para el estudio. "La salud de los chicos está muy deteriorada, están con muy bajo peso", dice Daniela, responsable de un centro de salud municipal. “La unidad sanitaria del centro de salud no da abasto". Marina, enfermera que trabaja en la salita, completa que "ahí nos encontramos con niños de bajo peso, con vacunas que no se consiguen, que los nenes no las tienen, las mamás tienen dificultades para acceder a un control… y se ve todo esto, chicos enfermos… desnutridos". Alberto, otro de los enfermeros que trabaja en el mismo lugar, asegura que "nos hemos encontrado con cuestiones lamentablemente aberrantes, pibes con sarna. Se han hecho operativos para erradicarlas, pero han vuelto por la pobreza extrema. ¡Sarampión! Volvieron a resurgir. Son enfermedades que se creían erradicadas".

En otro de la comedores Araceli completa el cuadro de las penurias que genera la crisis: "Veo muchas enfermedades porque ya desde la panza no tienen buena alimentación. A veces cuando cocino, comen, se van y vuelven con otra ollita para ver si quedó algo y guardar en la heladera para la noche o ver si al otro día pueden comer. O te dicen ¿no tenés una leche? ¿o un poquito para ir rebajándolo? Porque lo que hacen es rebajarlo con agua".

Educación y comida

"El tema de la enseñanza también está complicado, muchas veces las mamás no los mandan a la escuela porque están enfermos, o no tienen zapatillas, o ropa. A nosotras -dice Mica, referente de un centro barrial- también se nos hace difícil conseguir, porque el tema del calzado se nos complica bastante. O el abrigo, o los útiles que les piden… Estas tres áreas (alimentos, salud y educación) son las más afectadas en lo que es dentro del barrio".

Las escuelas no son solo un lugar para educarse. También refuerzan o sostienen la alimentación. "Para muchos niños y niñas la merienda que reciben en la escuela es su única merienda, o su única comida. Es lo que reciben durante el día. Para los chicos que van a la escuela la única comida que reciben es la de los comedores", sostiene Matías, responsable del apoyo escolar en uno de los centros comunitarios. "Nosotros hace ocho, casi nueve años, que estamos funcionando acá como comedor y el año pasado incluimos el FINES. El año que viene tendremos también primaria para adultos, de catorce años en adelante, para que vengan a estudiar. Acá hay mucha necesidad.... madres, padres, los hermanos que no terminaron, y piden para que haya educación y nosotros brindamos este espacio que tenemos para que puedan estudiar acá", completa.