“Una estrategia colectiva” desembarcará en el aeropuerto de la mano de su nuevo administrador Matías Galíndez. El flamante funcionario, que asumió ayer, defendió el rol de un Estado “eficiente, transparente”, aunque adelantó que piensa “articular con todos los actores presentes”. En ese sentido, llamó al empresariado a trabajar juntos para “salir a buscar nuevos mercados”. Lo presentó el propio gobernador Miguel Lifschitz, quien dijo que el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández “conspiró” contra el crecimiento del Islas Malvinas y que todo cambió para bien con  la llegada del macrismo.  El mandatario socialista aseguró que la salida de Raúl Garo fue de “mutuo acuerdo”, cuando el ex presidente del directorio le reconoció a Rosario/12 hace unos días que fue despedido.

Se colmó la sala Walsh de Gobernación para aplaudirlo a Galíndez. Tanto que los trabajadores de la sede estatal tuvieron que disponer más sillas de respaldar rojo y marco dorado de que las que habían previsto.  El actor estelar del tórrido mediodía llegó antes que el gobernador y se sentó en primera fila, entre la intendenta Mónica Fein y el ministro de Infraestructura y Transporte José Garibay. A unos metros apoyaron el secretario general Pablo Javkin, el directorio de la estación aérea y el sector privado, expectante con la nueva cara. Sorprendió la presencia del edil Jorge Boasso, quien le estrechó unos cariñosos mimos en la mejilla a Galíndez. Garo no asistió, según Lifschitz porque “tenía un viaje programado”.

“Hace casi 20 años, cuando pensamos el primer plan estratégico de la ciudad, entre los `proyectos importantes, emblemáticos para el futuro, estaba la recuperación del aeropuerto que se encontraba muy precario, antiguo”, arrancó el gobernador, que esperó a que hablara Galíndez, saludó y se retiró rápidamente sin dialogar con periodistas. Lifschitz consideró luego que el aeropuerto “avanzó”, hasta convertirse en la “segunda plaza del interior del país”. Sin embargo, la terminal retrocedió durante el kirchnerismo, cuyas políticas aéreas “no ayudaron en absoluto” porque impidieron “el desarrollo de los aeropuertos y el tráfico comercial”. En cambio, la cosa “empezó a cambiar el año pasado” cuando se puso en práctica “otra estrategia, otra política” a partir de la llegada de “nuevos vuelos y rutas”. Ahora entonces, según el socialista, “la perspectiva es muy positiva, estamos en un buen momento”.

El mandatario defendió a Garo pese a las feroces críticas que recibió desde diversos wines. “Hay que reconocer el trabajo realizado por el equipo que condujo”, dijo y lo justificó porque le tocó un “escenario complejo y difícil”. Ponderó las obras que él mismo anunció en abril del año pasado y aún no comenzaron y volvió a abrazar al ex funcionario, quien se metió en un  “cuello de botella”. 

De cara al futuro, dio una pista certera. Mencionó la palabra “recambio” y habló de “incorporar otras visiones de la sociedad civil”. Dijo que Galíndez es un “joven profesional” que viene de tener una “importante función en la gestión pública” como titular de la empresa de transporte La Mixta. “Somos conscientes de necesidad de profesionalizar. Se viene un aeropuerto muy distinto, con mayor capacidad de gestión, vuelos, seguridad, servicios. Junto con Córdoba tenemos que ser los dos más importantes del interior. Tenemos con qué”, auguró el gobernador, y se despidió con un guiño a la comisión asesora de la terminal, que aporta “compromiso” y “búsqueda de soluciones, ideas y sugerencias, Matías lo va a saber aprovechar”.

Galíndez, por su parte, avisó que su primer paso será “escuchar” y “atender visiones” para luego “salir a buscar nuevos mercados”. Agradeció al gobernador “el nuevo desafío” y dijo estar seducido por la oportunidad. Comentó que ya dialogó con los directivos de Islas Malvinas y habló de “articular”. Pidió pensar el aeropuerto “de los próximos 20 años” y proyectó en su cabeza una estación “regional, multimodal, centro de negocios y servicios”. Planteó estrategias de corto, mediano y largo plazo. En lo inmediato, hay que “acondicionar la plataforma, calles de rodaje, pista”. Para más adelante prevé conseguir “nuevos mercados, más conectividad” y dotar a la terminal de “infraestructura e inversiones”. Luego, cuando habló con los medios, prometió un “plan de profesionalización”.

“Estamos en 510 mil pasajeros durante 2016, muy por debajo del potencial que tenemos. La oportunidad está en el cambio de visión”, evaluó Galíndez. Los aeropuertos de Córdoba y Mendoza, por caso, promedian los 2 millones anuales, informó. Para cerrar, dijo que no está prevista la cancelación de vuelos y afirmó que en el mes de abril se mejorará la frecuencia ida y vuelta a Aeroparque.