La aplicación de un impuesto sobre las compras con tarjeta de crédito en moneda extranjera potenció la demanda de la divisa estadounidense en el mercado paralelo. El dólar blue, el que se adquiere en cuevas de las principales arterias comerciales, aumentó 5,75 pesos (8,6 por ciento) hasta los 72,50 pesos para la venta, mientras que la cotización oficial tuvo apenas una corrección de dos centavos a 63,09 pesos. La ampliación de la brecha se debe al valor resultante del “dólar-turista”, producto del impuesto del 30 por ciento que anuncio el gobierno para los consumos en dólares con tarjeta, llevándolo –a precio de hoy—a 82 pesos. La medida oficial busca blindar las reservas el Banco Central, que este lunes finalizaron en 44.223 millones de dólares, con un retroceso de 22 millones de dólares respecto del viernes.

La reacción era la esperada. Para quien tiene que realizar un viaje hacia el exterior, las alternativas para conseguir la moneda son limitadas. El gobierno anterior dejó un límite para compra mensual de moneda extranjera de 200 dólares. La alternativa podría cubrir el resto de los costos con la tarjeta de crédito, pero sobre las extracciones o compras comenzará a regir un impuesto del 30 por ciento. Entonces aumentó la demanda en el paralelo, donde el precio se mantiene por el momento debajo del resultante de la aplicación de gravamen. En este mercado no suele haber un volumen de negocios abultado, pero tampoco eso es necesario para que haya movimientos especulativos de precios.

El envío al Congreso del proyecto para establecer el recargo del 30 por ciento se conoció durante el fin de semana y el precio en las cuevas se ajustó desde temprano en la mañana. Con el salto de este lunes, la brecha se ubica en el 14,9 por ciento, la más alta desde fin de octubre, entre la cotización oficial y el precio en las cuevas financieras. En ese momento la brecha estuvo alimentada por la especulación de que el gobierno de Alberto Fernández dispusiera un desdoblamiento cambiario, una alternativa descartada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aunque el impuesto sea una diferenciación de hecho.

Otras alternativas de dolarización que eluden los límites mensuales establecidos, también se encarecieron. El denominado contado con liquidación, el precio que surge de comprar un bono o acción en pesos para venderlo en el exterior en dólares, aumentó 2,1 pesos (2,9 por ciento) a 76,19 pesos, llevando la brecha respecto del oficial en el segmento mayorista a 27,4 por ciento. La versión doméstica, el dólar MEP o Bolsa –donde la venta se hace en el país- el aumento fue de 3,1 pesos (4,3 por ciento) hasta los 73,37 pesos.

En el mercado mayorista, donde empresas vinculadas al comercio exterior y bancos operan montos de más de un millón de dólares, la divisa operó con cierta calma. Los precios iniciaron la rueda estable y finalizó la jornada “a 59,82 manteniéndose prácticamente sin cambios respecto al cierre previo”, según el Mercado Abierto Electrónico. Por su parte, el Banco Central mantuvo la tasa de la política monetaria sin cambios respecto del cierre del viernes, a 63 por ciento anual. Con ese nivel de tasas de interés, el Cental adjudicó 124.868 millones de pesos, un monto por encima de los vencimientos (123.391 millones), lo que permitió una leve contracción de liquidez de 1476 millones. Un informe de First Capital Group, sobre la base de datos del Central, informó que los depósitos en pesos subieron en noviembre 3,4 por ciento y los nominados en dólares cayeron 3 por ciento.