La vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, anunció ayer “una nueva propuesta mejorada del gobernador Axel Kicillof”, luego de encabezar varias reuniones con intendentes y legisladores opositores en busca destrabar la ley impositiva que impulsa el gobierno bonaerense, que se tratará mañana en la Cámara de Diputados, luego del bloqueo de Cambiemos que negó el quórum en el Senado antes de fin del año. Las negociaciones llegaron a Balcarce 50, donde el presidente Alberto Fernández se reunió por separado con Kicillof y el macrista Héctor Grindetti en Casa Rosada. 

La propuesta, dijo Magario en rueda de prensa, mantiene “los beneficios para los que menos tienen y el aporte solidario de los que más tienen”. Los cambios contemplan reducción del aumento en las alícuotas de Ingresos Brutos para distintas actividades, la revisión de los impuestos portuarios por la “preocupación de varias zonas de la provincia” para “no afectar a la producción”, y la reducción del alcance de la alícuota más alta del impuesto Inmobiliario Urbano y Rural (que se incrementa en un 75 por ciento) a propiedades “que superen los 300 mil dólares de valor real”, unos 18 millones de pesos de acuerdo al dólar oficial. Ahora, la oposición --que se retiró a deliberar-- deberá dar una respuesta a la propuesta oficial. “Esperamos una pronta respuesta. Confiamos en el buen criterio, la responsabilidad y fundamentalmente que nos ayudes a gobernar. Si no, ningún municipio y ningún bonaerense se va a ver beneficiado”, concluyó la vicegobernadora.

Agitada

La semana comenzó agitada en una sucesión de reuniones para destrabar la ley impositiva que impulsa el gobernador Kicillof en la provincia. Los encuentros llegaron incluso hasta la Casa Rosada, donde el presidente Alberto Fernández recibió a Kicillof por la tarde y más temprano también dialogó con el intendente cambiemita de Lanús, Héctor Grindetti, que luego se sumó a las negociaciones en La Plata.

En la capital provincial, la vicegobernadora Magario, el jefe de Gabinete Carlos Bianco, la ministra de Gobierno Teresa García, el presidente de la Cámara baja Federico Otermín, su vice Carlos “Cuto” Moreno”, y los jefes de los bloques del Frente de Todos en ambas Cámaras, Gervasio Bozzano y Facundo Tignanelli, encabezaron las negociaciones por la mañana y la tarde con legisladores e intendentes opositores que sostienen posturas diversas. Del otro lado de la mesa de negociaciones se sentaron el senador Juan Pablo Allan, el jefe del bloque de Diputados Maximiliano Abad, el legislador de la Coalición Cívica Andrés De Leo, el radical Emiliano Reparaz y el intendente Grindetti.

En medio de las reuniones comenzaron a circular las modificaciones que estaría dispuesta a ceder la gestión provincial. Pero también ratificaron oficialmente la decisión de mantener progresividad del impuesto inmobiliario urbano y rural. "La oposición quiere cambiar el espíritu, bajarle los impuestos a los que más tienen y eso supone subirle a los que menos tienen", sostuvo el ministro de Producción, Augusto Costa. "No podemos cambiar el espíritu, el gobernador fue elegido para gobernar con esta lógica", sentenció el ministro.

Tampoco se hicieron esperar las repercusiones opositoras, con posturas encontradas. "Los sectores de mayor poder adquisitivo deben hacer el mayor esfuerzo cuando las cosas están difíciles", dijo el intendente de Chacabuco, el radical Víctor Aiola. Aiola también se mostró de acuerdo con el espíritu progresivo del proyecto oficial: "el gobernador dice que al que menos tiene le cobra menos, un 15 por ciento, con una progresividad. Uno no está en desacuerdo con eso".

"Hay espacio como para llegar a un acuerdo porque conceptualmente estamos de acuerdo en la progresividad", afirmó por mañana Grindetti a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno, al referirse a la escala del sistema impositivo y tras su charla con el presidente Fernández.

Propuesta

“Esperamos una pronta respuesta”, expresó Magario tras una reunión que mantuvieron funcionarios provinciales con referentes de la oposición, que se retiraron con la promesa de deliberar sobre los cambios. La vicegobernadora afirmó que “la mayoría de los puntos (propuestos por la oposición cambiemita) fueron “consensuados y replanteados”. Ante los periodistas acreditados en la Legislatura provincial, Magario valoró la reunión de Kicillof con los intendentes opositores, donde les “planteó la situación económica difícil de la provincia y la necesidad de recaudación, para sostener las emergencias que henos votado hace poco aquí”.

Las modificaciones reducen la incidencia del impuesto inmobiliario urbano y rural, sin perder la progresividad que pretende la gestión provincial. También alcanzan a los valores de las alícuotas de Ingresos Brutos para medicamentos, servicios profesionales, venta al por menor para algunos productos. Deja el cobro de patentes municipalizadas en manos de los municipios, no se les cobra tasas por servicios administrativos a los clubes de barrio ni los impuestos provinciales a los beneficiarios de la AUH.

La respuesta, aun día de la sesión en Diputados, está ahora en manos de la oposición.