Como si Omar Perotti no tuviera ya bastante con el costo político de pagar fuera de término a estatales y docentes, y de no querer ni oír de paritarias por ahora, ayer su propio jefe de Policía le agregó condimento a la presión salarial de quienes trabajan para la provincia. "Tenemos la policía más barata de Argentina. No me parece justo", comentó el jefe Víctor Sarnaglia en una jornada salpicada por el relevo sancionatorio del titular de la Unidad Regional II de Rosario y la brasa caliente de 12 asesinatos en 10 días -9 de ellos relacionados con el narcotráfico-. Por eso el mensaje hacia la tropa no fue solo a favor por el sueldo; también conminó: "Lo único que asegura la continuidad en el cargo es la efectividad y la productividad en el trabajo. Las cosas se miden por resultados”, dijo al designar a Danilo Villán como jefe interino de la policía rosarina, en reemplazo del fugaz Claudio Romano.

Sarnaglia comparó ayer lo que gana un policía de Santa Fe, 30 mil pesos de salario básico: la mitad de lo que gana un colega de Policía Bonaerense, y un tercio del salario de un colega de Policía  Metropolitana, en Ciudad de Buenos Aires. Y hasta deslizó otra comparación que es rumor comentado en la tropa rosarina: un agente de la Guardia Urbana Municipal (GUM) cobra el doble de sueldo que un policía común.

“No podemos tener un servicio de policía adicional a 126 pesos la hora, cuando la hora de la niñera de ese policía vale 142. Estas cosas no pueden ser. ¿Cómo los capacito más si se pasan haciendo adicionales u horas extras para mejorar el salario?”, razonó Sarnaglia al aire en Radio 2.

Cuando el ministro de Seguridad, Marcelo Sain, trabajaba como jefe del organismo de investigaciones del Ministerio Público Fiscal también había hecho un comentario similar y polemizaba con el ministro de entonces, hoy diputado, Maximiliano Pullaro.

Sain también ordenó separar de su cargo al comisario Marcelo Mendoza, de la Unidad de Orden Público, y designó en su lugar a Juan Carlos Giménez Claverol. Sarnaglia explicó que desplazaron a Romano por "problemas de operatividad, no estaba acorde a las directivas que salieron de esta jefatura, y como las cosas se miden por resultados tuvo que dejar su cargo". Además, advirtió a los uniformados santafesinos que “lo único que asegura la continuidad en el cargo es la efectividad y la productividad en el trabajo”. El diputado provincial Carlos del Frade (FSyP) planteó que hay "un estado de alzamiento contra la conducción política, ningún sector político se tiene que hacer el distraído con lo que está ocurriendo con la policía" (ver aparte).

Romano estuvo al frente de la policía rosarina por unas pocas semanas. El pasado 18 de diciembre fue designado al frente de la URII para reemplazar a Marcelo Gómez, quien tuvo que dejar el cargo por haber ordenado retirar la custodia del Centro de Justicia Penal, lo que le valió un duro reproche del ministro Sain, y en el marco de una purga en la que 32 jefes de unidades fueron pasados a retiro, en un intento por fortalecer la conducción política de la fuerza. 

Pero la escalada de violencia en la ciudad, con el saldo de una docena de crímenes en los primeros días el año --desde la cartera de Seguridad provincial precisaron que nueve de ellos están vinculados a las disputas de los narcotraficantes por el territorio, especialmente los de las segundas líneas-- y los ataques a balazos a edificios públicos apuraron el relevo de Romano. Luego de tomar la decisión, el ministro Sain dispuso que Villán, hasta ayer subdirector de Policía, quede a cargo de manera interina. Voceros del ministerio apuntaron que su nombramiento definitivo estará sujeto a los resultados, los mismos que terminaron sellando la suerte del policía desplazado, y sobretodo a "dominar la calle". 

Antes de su salida, Romano había comentado en declaraciones radiales que "muchos de esos homicidios tienen que ver con bandas delictivas dedicadas al narcotráfico que quieren ocupar terreno y eso generó una guerra". Al oficializar su relevo de la fuerza, Sarnaglia lo desacreditó. “La ola de violencia era absolutamente previsible porque iba a comenzar la lucha por los territorios, en eso estábamos de acuerdo con Romano, pero la policía tenía que tener otra actitud ante eso, si tenemos la información y no la usamos para trabajar, lamentablemente habrá que darle lugar a otra persona”, señaló el jefe de la policía santafesina a Radio 2. 

Además, tanto Sarnaglia como fuentes del Ministerio de Seguridad deslizaron que los oficiales desplazados tampoco consultaban las bases de datos para poder distribuir mejor la capacidad operativa. En ese sentido, Sarnaglia aprovechó para enviar un mensaje a los uniformados, no sólo a los del departamento Rosario: "El grado que ostentan los funcionarios no les asegura el cargo. Lo único que asegura la continuidad en el cargo es la efectividad en el trabajo, las cosas se miden por los resultados, al vecino no le bastan las explicaciones”.

Por otra parte, el comisario Sarnaglia afirmó que si bien "los problemas vienen de años, acá las cosas urgen. Estamos en una situación critica, se van 900 policías a retiro y entran solo 485, algo que se debería haber previsto hace tres años cuando se hizo la incorporación de los policías porque hace 30 años ingresaron mil policías, acá hay un problema de planeamiento y lo estamos resolviendo porque hay poco margen para el error, hay que salir a dar una respuesta porque el vecino no puede esperar".