La noticia es que la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia volvió a designar como juez de la causa que investiga la desaparición y muerte de Santiago Maldonado al juez federal Gustavo Lleral, el segundo magistrado que recibió el expediente, que lo cerró luego de que apareciera el cuerpo sin vida del joven anarquista, se inhibió de intervenir cuando sus superiores reabrieron el caso y recientemente aceptó la recusación de los familiares cuando volvió por tercera vez a su despacho. "Una vez más queda claro que el Poder Judicial es una trampa, un laberinto del terror sin fin, y que siempre son los mismos jueces los que van resolviendo arbitrariamente el recorrido", lamentaron los Maldonado al informar las novedades.

Hasta ahí lo nuevo, que en realidad también pone en evidencia una situación recurrente en la justicia local cuando se trata de casos de alta complejidad: si al inicio cae en un juzgado permeable a los dictados del gobierno de turno, hará todo lo posible por quedarse con el expediente, porque será parte de la trama de la impunidad. Luego, cuando la instancia superior se niega a avalar el archivo de una investigación amañada, el panorama se complica y, como se dice en el barrio, nadie quiere la papa caliente. Luego del cambio de signo político en el Ejecutivo nacional, la única razón atendible para seguir con las dilaciones que implican el laberinto que padecen los Maldonado sería hacer tiempo, quien sabe bien para qué. El asunto podrá haber salido de la agenda urgente, pero lejos está de haber sido olvidado por amplios sectores que siguen exigiendo verdad y justicia.

"Esperamos que el Poder Ejecutivo tenga la voluntad y la decisión política para avanzar en la conformación del grupo de expertos independientes a partir de nuestra expresa petición del 20 de enero de 2020", insistió la familia. Acaso sea ésta la mejor razón para ganar tiempo, un nuevo paso absurdo en la justicia a la espera de una respuesta a este reclamo, que nace no sólo de la actual impunidad de la causa, donde no hay un solo procesado, sino de la propia letra de los tratados internacionales referidos a delitos de lesa humanidad cometidos por el aparato estatal.

Una imagen que vale por muchas palabras. Así sintetizó el laberinto de la causa la familia Maldonado en su sitio Justicia por Santiago. 



Guía del laberinto

Luego de que la Cámara de Comodoro resolviera en septiembre de 2019 reabrir la causa, el juez Lleral se inhibió de continuar, argumentando que él no podía ser juez porque no sería “imparcial”, ya que había decidido que no existía delito a investigar pasando la causa al juez Hugo Sastre –de la ciudad de Rawson-, que también se inhibió con los mismos argumentos. Sin embargo la Cámara de Comodoro no aceptó la inhibición del juez Lleral y volvió a ponerlo a cargo. Por esa razón, "el 27 de diciembre de 2019 debimos recusar a Lleral, quien aceptó nuestra recusación al igual que la Cámara de Comodoro Rivadavia, pasando la causa a la jueza Eva Parcio, de esa misma ciudad", explicó la familia en un nuevo comunicado. "La jueza Parcio no aceptó su designación y la causa volvió a la Cámara de Comodoro quien resolvió -solo el juez Javier Leal de Ibarra- volver la causa al juez Lleral nuevamente".

Sergio Maldonado, su esposa Andrea Antico y su abogada Verónica Heredia indicaron que desconocen cuáles son las razones de la jueza Parcio para no aceptar su designación. "Quizás uno de los motivos sea haber aceptado ser la jueza de la denuncia presentada por la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich contra la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia Cushamen por falso testimonio y asociación ilícita, es decir que investiga a algunas de las personas que estuvieron con Santiago el 1 de agosto de 2017 al momento de su desaparición y quienes a la fecha continúan afirmando que vieron y/o escucharon cómo era detenido por Gendarmería", advirtieron.

La familia puso énfasis en la actitud del juez Leal de Ibarra, "quien junto al juez (Martín) Irurzun están encargados de la oficina de escuchas telefónicas y que aceptó las escuchas ilegales a Sergio", porque a su criterio "no le importa que Lleral afirme y reafirme que no será imparcial en esta causa, ni que tampoco le importe que haya sido recusado por Sergio Maldonado exigiendo que se designe un juez imparcial".

A dos años y medio de la represión en Cushamen a la comunidad que reclamaba por el encarcelamiento de su lonko Facundo Jones Huala, donde desapareció Santiago, su familia sigue diciendo que "resulta imprescindible y necesario que se conforme un grupo de expertos independientes ya que el Poder Judicial sigue dando vueltas siempre en el mismo lugar y nos garantiza -con la nueva designación de Lleral- que no habrá un debido proceso". Los Maldonado recordaron que sostienen una lucha "en total desigualdad contra un sistema judicial que una vez más juega al desgaste y nos sigue negando el derecho de conocer la verdad a partir de una investigación seria, independiente e imparcial; pero hemos aprendido de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a no cansarnos, a seguir, porque con Santiago están los 30.000, por él y por ellos vamos a sortear todas las trampas del sistema en búsqueda de verdad y justicia".