“Macri apostó la casa y los mercados de capitales quedaron ciegos. Los prestamistas fueron tontos al prestar esa cantidad de dinero. Apostaron de la misma manera que Macri apostaba a que iba a haber una avalancha de inversión extranjera”, afirmó el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz. En una entrevista para BBC Mundo, el economista dedicó una buena parte de la charla a la situación argentina. Aseguró que un default no es deseable ni para el país ni para los acreedores y criticó la imprudencia del mercado, y del Fondo Monetario, en conceder los préstamos que tuvieron lugar en los últimos años. Consideró que, con una negociación que permita flexibilizar plazos y tasas de interés, no sería necesario aplicar una quita nominal de capital, ya que flexibilizar ambas variables generaría una reducción del valor presente. "Es de interés para todos evitar un default", remarcó. 

Es conocido su posicionamiento sobre el modelo neoliberal que reimplementó el macrismo. En más de una ocasión anticipó que la economía argentina se encaminaba a la misma suerte que Grecia, tras aplicar las recetas del Fondo, y que el dólar se tornaría inmanejable con una cuenta capital desregulada. También es un crítico del accionar del Fondo Monetario y sus “modelos impregnados de ideología”, a los que culpa de crisis como la que vive Argentina. En la entrevista que ofreció desde en su oficina de la Universidad de Columbia, Nueva York, repasó los factores desencadenantes de esa situación y las posibles estrategias para una reestructuración exitosa con los bonistas privados.

El problema

“Macri apostaba a que iba a haber una avalancha de inversión extranjera en Argentina que de repente conduciría al crecimiento económico, que le permitiría a Argentina pagar la deuda. No había evidencia, todos seguían ciegamente los discursos de Macri”, afirmó el especialista, considerado un economista de la Nueva Economía Keynesiana. Apuntó además la responsabilidad a los mercados de capitales, a los que acusó de no hacer su trabajo. “La función del mercado de deuda es fijar el precio del riesgo y emitir juicios. No deberían haber prestado tanto dinero. Entonces, mi crítica es a los mercados de capitales, no hicieron préstamos prudentes. Y en retrospectiva: ¿fue culpa de Argentina? Yo culpo a los mercados de capitales; no culpo a Argentina”, contestó.

El ex vicepresidente del Banco Mundial afirmó que mantiene conversaciones con su discípulo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, mientras el funcionario entabla negociaciones con los tenedores de deuda argentina y con el Fondo. “Creo que la mayoría de las personas que han visto los números dicen que hay que hacer algo. No creo que nadie diga: podemos continuar así. Los números son muy claros en que no tienen los dólares para pagar lo que se debe. Es aritmética”, afirmó el docente de la Universidad de Columbia.

Respecto de la negociación, se mostró confiado en la pericia de Guzmán para llegar a un proceso que sea “mejor de lo que lo hizo casi cualquier otro país”. “Creo que tienen una comprensión probablemente insuperable de la macroeconomía y la deuda. El ministro de Economía es un excelente economista que ha hecho su carrera estudiando deuda, macroeconomía y reestructuraciones de deuda”, destacó Stiglitz, quien alertó sobre los efectos de un default: “Alrededor del 50 por ciento (de los procesos de canje) termina con una crisis en cinco años. No quieren meterse en eso. Entonces quieren resolverlo. No es una solución temporal, sino una solución real. Y eso requerirá alguna forma de reescribir el contrato para hacerlo sostenible".

La solución

El Nobel en Economía coincide con la línea programática que planteó Guzmán y que refiere a la necesidad de hacer una negociación integral. En el caso de la deuda con privados, había asegurado días atrás que habría que prepararse a una quita considerable. En la entrevista explica las maneras de conseguir esa reducción.

“El término quita hay muchas palabras diferentes: reperfilar, reestructurar. Si se trabaja lo suficiente sobre la tasa de interés, que es lo que creo que deberían hacer, entonces no tienes que hacer el capital. Si tienes suficiente flexibilidad en dos de ellos, no tendrás que hacer el tercero”, explicó en referencia a la tríada que suele negociarse en términos técnicos: plazo, tasa de interés y capital (nominal). 

De todos modos, aclaró que algunos organismos, como el Club de París, imponen una tasa de interés –en ese caso es del 9 por ciento anual— y sobre ese número aceptan negociar plazos. “Hay toda una teoría que explica que si cobrás altas tasas de interés, terminarás con una alta probabilidad de incumplimiento”, fue su mensaje a los acreedores.