Newell’s no vendió en el pasado receso de verano y, por el contrario, se reforzó con la llegada de Sebastián Palacios y Pablo Pérez, jugadores que elevan las exigencias mensuales de la tesorería rojinegra. ¿Cómo pasó de ser Newell’s un club que vendía por monedas para pagar sueldos de empleados (caso Lisandro Martínez, por ejemplo) a contratar jugadores de jerarquía sin lograr ninguna venta? La respuesta está en la inflación del pasado año, con más de 50 por ciento, cuando la llegada de estos refuerzos llevó el presupuesto aprobado en 2019 por los socios a un incremento del solo 25 por ciento.

Pablo Pérez se fue de Independiente porque no le querían pagar más su oneroso contrato y acordó recisión por 1.800.000 dólares. Un jugador de esa cotización no puede jugar en Newell’s. Pero en verdad el contrato del volante en el parque Independencia no tiene analogías con el que viene de romper en el club de Avellaneda.

El último refuerzo leproso acordó vínculo en dólares, aunque se le pagará en pesos, y con el billete norteamericano fijado en 63 pesos. Para el club Pérez tendrá un costo de poco menos de un millón de pesos por mes aunque llegó libre, por lo cual no se pagó nada por su pase.

El juez que entiende en el fideicomiso leproso, Fabián Bellizia, aprobó la llegada de Pérez porque los números financieros del club encontraron respiro en el proceso inflacionario que atraviesa la economía del país. A saber: Newell’s tiene un presupuesto mensual para el fútbol profesional aprobado en mayo de 2019 de 16 millones de pesos. Por aquellos días, el dólar rondaba los 40 pesos y una entrada general al Coloso costaba 300 pesos. El diciembre pasado, el presupuesto leproso llegó a los 19.500.000 pesos, pero ya con un dólar que superaba los 60 pesos y el valor de una popular fijado en 500 pesos. Es decir que el presupuesto no aumentó en proporción similar para llegar a los valores de la inflación, lo que permite ahora a los dirigentes elevar con Pérez ese presupuesto mensual a 20.500.000 pesos.

Newell’s es generador de divisas norteamericanas por la capacidad de vender jugadores al extranjero, lo que le permitirá sacar ventajas económicas en la próxima transferencia que realice de un jugador del primer equipo. El apuntado es Aníbal Moreno, de buen presente en el plantel superior. Jerónimo Cacciabue, sin jugar aún, deberá volver a recuperar su lugar y nivel en el primer equipo para recibir ofertas en sintonía con su elevada cotización. Como fuere, lo cierto es que Newell's no pone en riesgo su salud ecónomica con la vuelta de Pérez.