El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, alertó ayer en una rueda de prensa a través de Internet que la CIA estadounidense perdió el control de todo su arsenal de armas cibernéticas, que podrían estar en el mercado negro a disposición de hackers de todo el mundo. Por su parte, el presidente Donald Trump estimó que los sistemas de la CIA son obsoletos y que deben ser modernizados, aseguró la Casa Blanca.  

Tras revelar el martes un supuesto programa que permite a los servicios secretos estadounidenses penetrar en ordenadores, teléfonos y televisiones inteligentes, Assange calificó de “devastador acto de incompetencia” por parte de la CIA que ese software se haya distribuido. El responsable del portal de filtraciones aseguró que cuenta con detalles técnicos de esos programas que no hará públicos por el momento, sino que los compartirá con compañías como Apple y Google para que puedan desarrollar medidas contra esos virus y troyanos. 

Assange aseguró que la CIA sabía desde hacía al menos dos meses que había perdido ese material, pero “no advirtió a los ciudadanos” de que podían ser espiados con él. “Es el mayor arsenal de virus y troyanos del mundo. Puede atacar la mayoría de los sistemas que utilizan periodistas, gente de los gobiernos y ciudadanos corrientes. No lo protegieron, lo perdieron, y luego trataron de ocultarlo”, lamentó el activista. “¿Por qué la CIA no actuó más rápido para actuar en conjunto con Apple, Microsoft y otros, de forma que pudiéramos habernos protegido de sus propios sistemas de armas cibernéticas?”, se preguntó Assange.

“El presidente está muy preocupado por la publicación de informaciones confidenciales que debilitan nuestra seguridad nacional”, declaró Sean Spicer. “El piensa que los sistemas de la CIA son obsoletos y deben ser modernizados”, agregó. 

Por su parte, la CIA respondió acusando a WikiLeaks de ayudar a los enemigos de Estados Unidos y, según el diario The Washington Post, lanzando un gran operativo para identificar a quién consiguió y filtró los documentos. La agencia de espionaje estadounidense, pese a que previamente había descartado la posibilidad de replicarle a Assange, dio ayer una breve respuesta, en la que aseguró que el australiano no es ningún ejemplo “de verdad e integridad”. “A pesar de los esfuerzos de Assange y los de su clase, la CIA continúa recolectando agresivamente información de inteligencia en el extranjero para proteger a Estados Unidos”, afirmó en un breve comunicado la portavoz de la CIA, Heather Fritz Horniak.