Las escrituras de compra-venta de propiedades llevan 20 meses consecutivos en caída. En enero se registró un desplome interanual del 31,4 por ciento, según el último informe del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires. Es el enero más bajo en ventas de la última década, hasta donde se extiende el relevamiento, con apenas 1390 escrituraciones. Si se analizan las operaciones formalizadas con hipoteca bancaria, en el primer mes del año se contabilizaron solo 111 casos, 49,3 por ciento menos que en enero de 2019. El fracaso de los créditos UVA, la suba de tasas de interés y la falta de capacidad de ahorro de las familias para afrontar los costos de las propiedades explican la crisis que persiste en el sector inmobiliario.

Las constantes devaluaciones, su traslado a precios internos y la pérdida consecuente del poder de compra de los salarios congelaron la actividad a su peor nivel en décadas. El año pasado se contabilizaron 33.411 escrituraciones, la cifra más baja en los más de veinte años de seguimiento por parte del Colegio de Escribanos. El cierre macrista de 2019 fue incluso más bajo que el de 2001 (54.493), en plena debacle socioeconómica, y del 2014 (33.706), cuanto estaba en vigencia el cepo cambiario.

Desde el Colegio de Escribanos porteño señalan que la suba del tipo de cambio no se trasladó de igual manera al precio de las propiedades. Hubo bajas en dólares del orden del 15 por ciento, pero las pocas operaciones que se concretan son las "de oportunidad", de la mano de algún inversionista. “El monto total de las transacciones realizadas en enero descendió 5,4 por ciento, con 9794 millones de pesos. En comparación con diciembre de 2019, los actos cayeron 57,4 por ciento en cantidad y 52,1 por ciento en monto en pesos”, detalla el informe del Colegio de Escribanos. El monto medio de los actos fue de 7.046.230 pesos (111.880 dólares de acuerdo al tipo de cambio oficial promedio, de 62,98 pesos): creció 37,9 por ciento en pesos en un año, mientras que en moneda estadounidense se redujo 15,8 por ciento, según la entidad.

“Lamentablemente tenemos que asistir al peor mes de nuestra serie estadística que se inició en 1998. Como anticipábamos a fines del año pasado, creemos que hasta marzo no hay indicios de un repunte. Y para ello tendremos que ver cómo se van resolviendo las demás cuestiones de la macroeconomía. En la medida que se vayan desanudando algunos aspectos, podremos ver algún indicio de recuperación. Pero son 20 meses ininterrumpidos de caída interanual y es lógico ver esta crisis en el sector”, aseguró Carlos Allende, presidente de la entidad. "Desde el Colegio de Escribanos creemos que alivianar la carga impositiva es un aspecto necesario, así como estudiar formas de estimular la repatriación de fondos del exterior”, agregó Allende.

Otro factor que atentó contra el negocio inmobiliario fue la caída del crédito, tanto de las líneas tradicionales como de los UVA. Estos últimos se encarecieron aún más por la disparada inflacionaria. En enero, las escrituras formalizadas con hipoteca bancaria totalizaron 111 casos, 49,3 por ciento menos que las registradas un año antes. Representaron el 8 por ciento del total, frente al 10,8 por ciento de un año antes.