Fortalecido por los buenos resultados del supermartes en Estados Unidos, el exvicepresidente Joe Biden recibió un nuevo envión luego de que el multimillonario Michael Bloomberg suspendiera su campaña y le diera su respaldo. Previamente habían renunciado los moderados Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O´Rourke, que también ratificaron su apoyo a Biden. La carrera para enfrentar al presidente Donald Trump en noviembre, que hasta hace poco sumaba a más de media docena de candidatos, es ahora una puja entre dos políticos de larga trayectoria pero con posturas ideológicas muy diferentes. Biden ganó el martes en al menos nueve de los 14 estados en juego, entre ellos Texas, y se imponía por la mínima en Maine. En el otro extremo, la victoria de Sanders en el importante estado de California le dio oxígeno a sus posibilidades de cara a las internas del diez de marzo en Idaho, Michigan, Misisipi, Misurí, Dakota del Norte y Washington.

El ganador indiscutido de la larga noche del martes fue el exvicepresidente Joe Biden, que se quedó con el primer puesto en Texas, Carolina del Norte, Virginia, Massachusetts, Minesota, Tennessee, Alabama, Oklahoma y Arkansas, y lo hacía por un punto de diferencia sobre Sanders en el estado de Maine, con más del 80 por ciento del recuento de votos.

El desempeño de Biden confirma la remontada que empezó la semana pasada en Carolina del Sur. Había finalizado cuarto en los caucus de Iowa, quinto en las primarias de Nuevo Hampshire y obtuvo un segundo lugar, aunque muy lejos del ganador Sanders, en los caucus de Nevada. Los resultados del supermartes lo posicionan ahora como favorito.

Pero más que la victoria en los estados, la clave está puesta en la obtención de los delegados que elegirán al nominado en la convención de Milwaukee de julio. Por el momento, y mientras se siguen contando los últimos votos, Biden avanza en la interna, con 453 delegados frente a los 382 de Sanders.

Podrían pasar semanas o incluso meses hasta que el partido demócrata elija al rival de Trump para los comicios del tres de noviembre. Pero la reformulación de la interna como un duelo personal entre moderados y progresistas quedó de manifiesto cuando el exvicepresidente y el tres veces senador se dispararon críticas indirectas en sus respectivos discursos de victoria desde extremos opuestos del país.

"Hay gente hablando de revolución. Nosotros iniciamos un movimiento", dijo Biden en Los Angeles, aludiendo al eslogan de su adversario de izquierda. "Hace solo unos días la prensa declaraba a esta campaña muerta y luego llegó Carolina del Sur. Estamos creando una campaña que puede unir al partido y vencer a Donald Trump", agregó.

Uno de los rasgos principales de la larga lista de triunfos de Biden fue su gran respaldo entre los afroestadounidenses, un factor clave para cualquier candidato presidencial demócrata. Aunque su desempeño estuvo muy por debajo entre el enorme electorado hispano, que en su mayoría se inclinó por Sanders.

Frente a la gran performance de Biden, el senador Bernie Sanders se llevó cuatro estados, entre ellos el gran premio de la noche: California, el estado mas poblado de Estados Unidos y el que más delegados aporta, 415. Su importante victoria le permite conseguir 48 delegados contra los 27 de Biden, con más del 90 por ciento del escrutinio realizado. Sanders, de 78 años, se define como socialista y democrático e impulsa una revolución que cambie de raíz a la economía estadounidense.

Sin nombrar a su rival en la interna demócrata, el senador de Vermont disparó contra Biden, a quien pintó como un político del establishment financiado por multimillonarios. "No se puede vencer a Trump con los mismos viejos políticos, con las mismas políticas", señaló desde Vermont, el estado por el cual es senador. Sanders se refirió además al actual mandatario como "el presidente más peligroso de la historia de este país".

Si los ganadores del supermartes fueron, con matices, Biden y Sanders, los grandes perdedores fueron sin duda la senadora Elizabeth Warren (ver recuadro) y el multimillonario Michael Bloomberg. Pese a haber invertido cifras récord de dolares de su propio bolsillo en su campaña, Bloomberg tuvo una noche decepcionante, y el miércoles anunció la suspensión de su candidatura y el apoyo a Biden. Sus exrivales Amy Klobuchar y Pete Buttigieg ya habían abandonado la carrera en vísperas del supermartes y anunciado también su respaldo a Biden.

En su cuenta de Twitter, el exalcalde neoyorquino dijo que su permanencia en la carrera dividiría el voto demócrata y haría "más difícil" derrotar a Trump en noviembre. El exalcalde neoyorquino no ganó en ninguno de los estados del supermartes, aunque tuvo un premio consuelo al triunfar en Samoa Americana, un pequeño territorio estadounidense en el Pacífico que reparte apenas seis delegados.