La Duma le dio aprobación definitiva a las enmiendas constitucionales que le permiten al presidente, Vladimir Putin, aspirar a continuar en el cargo después de 2024, año en que finaliza su cuarto mandato (de seis años). En concreto, la enmienda propone suprimir el límite de dos gestiones presidenciales, con lo cual Putin podría ser presidente de Rusia hasta 2036.

En concreto, la enmienda constitucional sobre el límite de mandatos sostiene que "la regulación establecida del número admisible de mandatos no impide a quien ejerció o ejerce el cargo de presidente de Rusia en el momento de la entrada en vigor de esta enmienda participar como candidato en las elecciones presidenciales". Lo anterior "independientemente del número de mandatos que esta persona ya ejerció o ejerce en el momento de la entrada en vigor de la nueva enmienda", agrega el texto.

Entre otros cambios, también se establece que la Constitución incluya en su texto "la fe en Dios" de los rusos, y que el matrimonio solo pueda darse entre un hombre y una mujer. Por último, le otorga una mayor influencia al poder legislativo, al otorgarle a la Cámara Baja el derecho a aprobar la candidatura del primer ministro y de otros cargos relevantes. Las enmiendas a la Carta Magna habían sido ratificadas previamente por el Senado. La oposición convocó a protestar masivamente contra las reformas en los próximos días. El texto deberá ser aprobado ahora por dos tercios de los parlamentos regionales, validado por el Tribunal Constitucional y ser sometido a un referéndum ciudadano. 

Este cambio fue aprobado por la Duma en el marco de un proyecto de ley sobre enmiendas a la Carta Magna que había propuesto el presidente Vladimir Putin, con un total de 382 votos a favor y 44 abstenciones. Previamente, 160 senadores habían votado a favor de la ley en la Cámara Alta, mientras que uno se pronunció en contra y tres se abstuvieron. El único bloque parlamentario que votó en contra fue el Partido Comunista.

El martes, en una intervención ante la Cámara Baja que no estaba prevista, Putin señaló que las enmiendas tienen por objetivo "fortalecer la soberanía y las tradiciones del país". En relación a la enmienda que suprime el límite de mandatos, el presidente juzgó que un "poder presidencial fuerte es absolutamente necesario en Rusia" y estimó que la "estabilidad debe ser prioritaria".

Putin, de 68 años, está completando su segundo y a priori último mandato consecutivo, que termina en 2024, luego de haber ejercido previamente el cargo entre 2000 y 2008, cuando le cedió el mando a Dimitri Medvedev y se convirtió en primer ministro. El texto aprobado en el Parlamento propone "reiniciar" el contador de mandatos presidenciales, lo cual le otorga a Putin el derecho a presentarse en 2024 y luego en 2030.

Los cambios constitucionales propuestos prevén además la transferencia de una parte de los actuales poderes presidenciales al Parlamento. En concreto, la Cámara Baja obtendrá el derecho a aprobar las candidaturas del primer ministro, de sus segundos y de los ministros de Exteriores, Interior, Defensa, Justicia y de Situaciones de Emergencia, previa consulta con el Senado.

A su vez, la Cámara Alta podrá designar y cesar en el cargo por recomendación del presidente al fiscal general y a sus adjuntos, así como cesar en sus cargos a los jueces del Tribunal Constitucional y del Supremo. Los cambios incluyen en el texto de la Constitución la inclusión de la figura de Dios, y el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, sin excepción.

Apenas se conoció la aprobación definitiva del proyecto de reforma constitucional, la oposición rusa anunció acciones masivas de protesta bajo el lema "Rusia sin Putin" para dentro de diez días. Sin esperar hasta esa fecha, una decena de miembros del partido liberal Yábloko montaron el miércoles barricadas frente a la Duma, con carteles que condenaban el "borrón y cuenta nueva" de los mandatos presidenciales de Putin, hecho que califican como "usurpación del poder".

De todas maneras, los opositores tendrán un escaso margen para manifestarse, ya que el alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, prohibió la celebración de actividades públicas con asistencia de más de 5 mil personas, debido a la amenaza del coronavirus, que eleva a diez el número de infectados.

Ahora, la ley de enmiendas constitucionales será remitida a las asambleas legislativas de las entidades de la Federación de Rusia. Necesita el apoyo de al menos dos tercios para ser presentada al Tribunal Constitucional, que deberá darle también su visto bueno.

Se espera que Putin anuncie pronto oficialmente la fecha en que los cambios constitucionales serán sometidos a un plebiscito nacional, previsto por el momento para el 22 de abril. El presidente ruso prometió que los cambios a la Constitución de 1993 solo entrarán en vigencia si los rusos los aprueban en el plebiscito.