Como parte de las investigaciones que mantiene su laboratorio y las necesidades que surgen en el mercado, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) lanzó una bebida a base de maní. El producto tendrá alcance nacional y se encuentra en proceso de distribución.

La novedosa propuesta fue iniciativa surgida ante el trabajo conjunto encabezado por la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la UNC con las firmas Nutrim y La Lácteo. El proyecto contó con el sostén económico del CONICET, la gobernación y la propia casa de estudios

En diálogo con Página 12, el coordinador del laboratorio de tecnología de alimentos de la Facultad, Nelson Grosso, destacó la labor de los docentes investigadores que conforman el espacio y resaltó que en el desarrollo del producto también participaron estudiantes de la universidad y de un colegio secundario. Este último dato se da en el contexto de un programa que mantiene el laboratorio para acercar a los alumnos más chicos al ámbito académico.

“Siempre pensamos en un producto saludable, teniendo en cuenta la necesidad del mercado por el impulso del consumo vegano. Además, Córdoba ostenta el cultivo del maní: tiene importancia regional y es la principal exportadora a nivel mundial”, explicó Grosso. El laboratorio ya tiene experiencia en este rubro, ya que fue partícipe en la producción de productos a base de maní que se comercializan en el mundo y en el mercado local, como el maní saborizado.

Serán cinco variedades que llegarán a los supermercados bajo la marca Pitey: natural (sin ningún tipo de aditivo y con el sabor único del maní), original (con un poco de azúcar), chocolatada, vainilla y vainilla sin azúcar (endulzada con stevia).

Las bebidas ya fueron inscriptas en el Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA), aún se están distribuyendo y saldrán al mercado en tetra packs. Según Grosso, pueden almacenarse por hasta nueve meses, sin que sufran problemas en la calidad. Se estima que volcarán al mercado unos 75 mil litros y luego el objetivo será comercializar unos 200 mil litros mensuales.

Desde el laboratorio señalaron que tienen en mente sumar nuevos productos, como yogures y helados. Sin embargo, Grosso piensa en elaborar una bebida que se acople a la situación económica que atraviesa el país.

“Queremos hacer un alimento nutritivo, en el marco del Programa Argentina contra el Hambre, para distribuirlo. La idea es que sea de consumo para niños, embarazadas o personas de la tercera edad”, adelantó el docente investigador.