“En la cama, contamos historias con nuestros cuerpos”, anota Jonnah Bron, artista con base en Holanda, a cuento de Where We Did It (en criollo, “Donde lo hicimos”): serie de pics que comenzó a tomar hace ya 4 años amén de documentar todas y cada una de las camas donde había tenido sexo. Vacías y revueltas tras el intimísimo acto, de momento su enjundiosa colección se acerca a las 50 imágenes, que pronto serán más, ampliado su muy personal diario visual a partir de venideros encuentros. “En cierto modo, se pueden ver las piezas como autorretratos donde no aparezco”, propone la muchacha, que reconoce un “interés extremo” por abordar con su cámara tópicos como sexualidad, desnudez, identidad, roles de género. En el caso de Where We Did It, también importa la memoria: “Comencé a tomar las fotos por miedo a olvidar y terminé publicándolas por miedo a que fueran olvidadas”, en palabras de Bron, que busca capturar “lo que inconscientemente he creado entre las sábanas con otra gente”. Haciendo hincapié, además, en el entorno, “lo que rodea y a menudo nadie recuerda”. Si el despiole predomina, señala Jonnah, es porque marca un anhelo compartido con cuerpos otros, más y menos conocidos…

“Compartí muchas camas con una pareja estable. En ese momento, la cama parecía irrelevante; el foco era esa persona. Pero ahora que la relación ha terminado, la cama se ha convertido en sujeto protagonista”, advierte la joven que gusta explorar espacios donde humanos conectan. “Cada vez que miro las fotografías, me recuerdan a escenas del crimen: para el espectador, no está claro qué sucedió, con quién, qué pilcha le pertenece a cada uno. Me gusta la idea de lo que para mí es un recuerdo privado, para otros sea un misterio”, se jacta la artista, víctima de slut-shaming nomás publicar la serie en línea. “Me sorprendió que tanto hombres como mujeres, llenos de prejuicios, estén tan ansiosos por atacar aún desconociendo el contexto completo de la obra. No hay dato alguno en la descripción que refiera a que las 48 camas involucrasen a 48 personas. Aunque, si así fuese, ¿qué miércoles les importa? Cada cual es dueño de su cuerpo, libre de hacer con él lo que le dé la gana”. “¿Tiene alguna imagen especial valor emocional para ella?”, quiso saber revista Dazed en reciente interviú. Y Bron: “Varias de ellas. Hay una, por ejemplo, donde se deja ver una bolsa de McDonald’s. Allí estuve con una chica que conocí días antes, que despertó en mí fuertes sentimientos, aunque ambas supiésemos que pronto terminaría todo: unas semanas más tarde ella volvería a Francia. Creo que la ropa, desperdigada por todos lados, muestra el ansia de la una por la otra, cuánto nos quisimos, cuánto nos deseamos”.

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