Un motín en una cárcel de Corrientes terminó este martes con la muerte de un preso y otras diez personas heridas, entre ellas dos agentes del Servicio Penitenciario. El motín se produjo en la Unidad Penal 1, ubicada en el radio céntrico de la ciudad de Corrientes. 

Hasta allí llegaron el ministro de Seguridad provincial, Juan José López Desimoni, y una comisión del Comité contra la Tortura, integrada por la dirigente de Derechos Humanos Hilda Presman y los abogados Jorge Isetta y Sergio Almirón.

El director del Hospital Escuela "General San Martín", Salvador González Nadal, confirmó que a ese centro asistencial ingresaron 11 personas, una de las cuales era un preso que murió como consecuencia de las heridas sufridas.

Otros ocho presos y dos agentes penitenciario fueron atendidos por distintas heridas. De los guardiacárceles, uno ya fue dado de alta, y el otro fue operado por heridas en un brazo.

De acuerdo con el director médico, los heridos presentaban lesiones cortantes y golpes, con distintos grados de compromiso. En tanto, la Policía de Corrientes acordonó la zona y envió bomberos y dos grupos especiales para intervenir en la situación, según indicaron fuentes penitenciarias.

Según fuentes oficiales, los incidentes se iniciaron luego de que los guardias intervinieran ante una pelea entre dos grupos de detenidos.

En tanto, en los medios locales se difudieron videos grabados por los propios internos. Uno de ellos pareciera haberse registrado al comienzo de los incidentes. “Empezaron a reprimir como si nada. Agarraron a los pendejos a garrotazos”, se escuchó gritar a uno de los presos en ese video. “Estamos jugando a la pelota, tranquilo, y empezaron a los corchazos (…) Quieren que se pudra todo acá”, agregó el recluso.


En una segunda grabación captada por detenidos ubicados en otro sector del penal, se pudo observar a los presos involucrados en los incidentes en un patio cercado por un alambre, por encima del cual arrojaron piedras hacia los guardias. En un tercer video se vio a los guardias rodear ese alambre perimetral e ingresar al pabellón de los detenidos por un costado, al tiempo que se escuchaban detonaciones.