El presidente Mauricio Macri reconoció ayer que la situación económica continúa siendo difícil, pero intentó deslindar responsabilidades. “Más allá de que la economía empieza a dar sus primeros pasos en la línea del crecimiento, todavía para mucha gente no arrancó, pero porque hay mucha gente que hace veinte años que no le arranca, hace diez años que no encuentra una posibilidad”, sostuvo el mandatario durante la reinauguración de la planta de PSA-Peugeot en la localidad bonaerense de Ciudad Jardín. 

Macri consideró que la inversión realizada por la firma francesa constituye un respaldo al gobierno. “Es una demostración de confianza a este camino que comenzamos a recorrer hace quince meses”, remarcó. El presidente insistió con que se está yendo por el camino correcto, aunque reconoció que la situación actual es difícil, parafraseando la histórica frase del ex presidente Carlos Menem, quien al comienzo de su gestión solía repetir que “estamos mal, pero vamos bien”. “Empezamos una etapa de transición difícil, dura, y yo se que es dura y a mí me duele y se que hay mucha gente que está teniendo que poner el hombro en este momento, pero tomamos las decisiones pensando en que es lo mejor para el futuro de todos los argentinos”, insistió. 

El presidente aseguró que era un día especial para él por volver a la fábrica de Ciudad Jardín Palomar que fue parte del Grupo Macri. “Vivimos momentos difíciles en esta competitiva y estresante industria automotriz y los pasamos adelante en base a la confianza, que es tan importante y de la cual todo el tiempo le hablo a los argentinos”, recordó Macri. Desde temprano circuló un video filmado por un celular donde se escuchaba a varias personas repudiar la presencia del mandatario cuando recorría la fábrica y gritar “aguante Cristina”. Desde el gobierno, respondieron que había sido editado al montar un audio ajeno a la escena.  

El Grupo Macri participó en la industria automotriz como parte de Sevel, una joint-venture creada en 1980 por el grupo automovilístico italiano Fiat y el francés PSA para la fabricación y comercialización de vehículos ligeros en Latinoamérica. En 1982 los italianos transfirieron el control de Sevel al Grupo Macri en un contexto donde ya se venía achicando la producción y llevando adelante una fuerte reducción de personal. La firma vivió otro momento complicado en 1995, en medio de la crisis económica desatada por el efecto Tequila, cuando Sevel ya era presidida por Mauricio Macri y volvió a aplicar despidos, suspensiones e incluso flexibilizó las relaciones laborales con el aval del gremio, tal como recordó el propio Macri. Esos fueron los “momentos difíciles” a los que hizo referencia.

Luego de recordar su paso por la industria automotriz como empresario, el presidente remarcó que la situación económica es difícil, pero se mostró confiado. “Lo que estamos haciendo no es para crecer uno, dos o tres años y volver a caer. Esta vez estamos haciendo las cosas de fondo, sin atajos, sin mentiras, para crecer décadas, porque esa es la única manera para rescatar a millones de argentinos de la pobreza, insistió.