Pasar del sonido al papel es más que un soporte de la memoria musical. En las músicas de la tradición popular, la transcripción puede ser una tarea en la que ética y estética se conjugan para contribuir a la reconstrucción de un pasado que de otra manera quedaría fraccionado en retumbos. Incluso en el tango, que desde sus comienzos utiliza los “papelitos” –como con miedo y rencor algunos llamaron a las indicaciones escritas que Julio De Caro puso en el atril de sus músicos en la segunda década del siglo pasado–, la transcripción es una herramienta fundamental para su memoria. Hay por descifrar un inmenso caudal de arreglos todavía escondidos en discos y grabaciones. Ahí fue Leda Torres para rescatar la obra pianística de Carlos García, estilista sensible, que en el cruce de épocas y estilos marcó su propia huella.

Carlos García. Tangos en piano Vol.1 se llama el trabajo que propone las transcripciones que Torres realizó de las versiones que a su vez García hizo de temas de distintos autores. Están “Galleguita”, “Color de Rosa”, “Loca bohemia”, “Patotero sentimental”, “La casita de mis viejos”, “Shusheta”, entre otros títulos con chapa de clásicos pasados por el tamiz de la sapiencia pianística y el estilo sensible de García. “Comencé transcribiendo cosas de varios intérpretes, pero cuando me encontré con Carlos García transcribí completo un disco suyo, por pura admiración. El disco es justamente el primero de Tangos en piano, que editó Melopea en los ’90 y que es el inicio de una serie de cuatro discos, dos con tango y dos con folklore”, comenta Torres a Página/12. “Sentí la necesidad de profundizar en su música, entonces focalicé la escucha en los detalles de cada ejecución y en la manera de reflejar su lenguaje en la partitura con la mayor claridad posible”, agrega la pianista y arregladora.

El proyecto de Torres se completa con el disco Carlos García reinterpretado, que está en las plataformas digitales con las transcripciones interpretadas por ella misma y pianistas como Diego Schissi, Marina Ruiz, Paula Suárez, Pablo Fraguela, Hernán Posetti, Hernán Gallegos, Juan Manuel Santisteban, Yazmina Raies, Shino Ohnaga, además del violinista Ramiro Gallo, que interviene junto a Adrián Henriquez en “Sueños”, el único tema del García compositor incluido en este trabajo. “Este es además el único tema que no está en el disco que transcribí. En este caso el audio lo bajé de un video que está en Youtube, en el que García toca con Antonio Agri en un homenaje que le hicieron a Salgán-De Lío en la década del ‘90 en ATC”, explica Torres.

Carlos García pertenece a esas generaciones de pianistas y arregladores que se foguearon en los cines de barrio y se formaron tocando con las orquestas. Su escuela fue la de Firpo y más tarde el conjunto que acompañó a Mercedes Simone, antes de ser pianista del dúo Martínez-Ledesma y acompañante de artistas de los más variados estilos –desde Rubén Juárez hasta Ramona Galarza–, asesor musical de LS1 Radio Municipal, más tarde productor en Emi Odeón. Fue además director junto a Raúl Garello de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, desde su creación en 1980 hasta su muerte en 2006. “Creo que el lenguaje de García, su toque, su técnica y las decisiones que tomó en cada uno de sus arreglos, son escuela pura, de la mejor. Todes les músiques deberíamos poder acceder a ese patrimonio y poder aprender de ahí. Esto quizás fue lo que me impulsó para llevar adelante este proyecto, además de poner en valor a uno de los más grandes de la música argentina. Un músico inmenso, que sin embargo permanece algo escondido en la consideración general”, reflexiona Torres.

Nacida en Lobería en 1987, Torres comenzó muy temprano sus estudios de piano clásico, que más tarde complementó con los de tango en la Escuela de Música Popular de Avellaneda y en la Licenciatura en Música Argentina de la Universidad Nacional de San Martín. Entre sus proyectos actuales está el dúo Suárez y Torres, piano a cuatro manos, una de las más originales expresiones del piano en el tango de este tiempo. “Este es el primer libro de la editorial Mil Campanas. Se puede conseguir en Café Vinilo, librería Hernández y Zivals o de manera independiente a través del mail [email protected] ”, sugiere Torres y concluye: “En tiempos de cuarentena también estamos compartiendo el material audiovisual. Cada semana subimos a las redes una interpretación de los temas que están en el disco. Considero que es muy interesante ver a cada pianista interpretar estos arreglos. Desde lo gestual hasta lo más fino de la técnica de cada uno. Eso quisimos reflejar en este trabajo”.