Mientras el presidente brasileño Jair Bolsonaro insiste en minimizar la pandemia del coronavirus, el gobernador de Santa Catarina, Carlos Moisés, siguió sus consejos y permitió la reapertura de los comercios para dinamizar la economía. La medida incluyó la reapertura del masivo shopping de la ciudad de Blumenau, que permitió la entrada de personas sin ninguna medida de distanciamiento social. Apenas una semana después, Blumenau registró un aumento del 28,5 por ciento de infectados de un día para el otro.

Las imágenes de niños, adultos y personas mayores entrando agolpadas al shopping recorrieron las redes sociales y se viralizaron rápidamente. Allí se podía ver la gran afluencia de personas que se concentraron en el mismo lugar, solamente usando barbijo como medida de protección ante el virus. Para peor, los dueños del lugar contrataron a un trompetista para fomentar la convocatoria. Mientras las personas desfilaban por una alfombra roja, los empleados de los locales aplaudían, contra toda medida sanitaria. 

“Reabrimos nuestros centros comerciales aplaudiendo a las personas durante el horario de apertura. Fue una forma amorosa de demostrar el respeto que tenemos por nuestros clientes", dijo el centro comercial a través de su oficina de prensa. Para justificar su reapertura, las autoridades del shopping adujeron que importaron un producto que "elimina hasta el 99.99% de los microorganismos" para aplicar en las zonas frecuentadas por los consumidores. 

El primer día de regreso a las actividades, de acuerdo al propio shopping, el movimiento "fue 100% dentro de los estándares establecidos". El fin de semana, las estadísticas sanitarias ya empezaron a mostrar las consecuencias de tal decisión tomada en la segunda ciudad con más casos registrados en el Estado, detrás de Florianópolis. De sábado para domingo, el número de infectados subió de 130 casos positivos a 167. Antes de la apertura los casos eran apenas 98. Sin embargo, no se comunicó el levantamiento de la medida.