Charli XCX es adicta a desafiar los modelos de producción y las convenciones del oficio de estrella pop. Tal vez sea eso, aún más que lo experimental de su sonido –¿son separables acaso?–, lo que la vuelve tan revolucionaria dentro del género, no solo al redefinir cómo el pop puede sonar sino también cómo puede manufacturarse, difundirse e insertarse en un contexto. Muchos artistas están produciendo sus álbumes y singles de cuarentena, que constituirán un documento de lo más interesante al mirar este momento en retrospectiva. Pero como suele hacer con todo, Charli llevó ese concepto un poco más allá.

El contexto parece haberle dado el marco para hacer tal vez el movimiento más Charli XCX de su carrera: anunció a través de un vivo de Zoom, del que participaron amigos, fans e interesados de todo el mundo, que planeaba su próximo lanzamiento para el 15 de mayo y con un formato inédito: “Usaré este tiempo aislada para crear un nuevo álbum de cero. Solo usaré las herramientas que tengo al alcance de la mano para crear la música, el arte y los videos. Así que será muy DIY”. ¿Cómo podía llamarse el álbum sino How I'm Feeling Now?

 

Esta vez los feats no vendrán solamente de sus colaboradores habituales sino de sus fans. Charli XCX consolidó su fiel fandom con su acercamiento compulsivo y descentralizado a la producción: lanzando mixtapes, singles y colaboraciones publicadas casi como instantáneas del momento en el que se encuentra esta artista que siempre está trabajando y coproduciendo canciones con diversos músicos, underground y no tanto, en simultáneo y desde diferentes partes del globo.

Para esta movida, la cantante habilitó un Dropbox para intercambiar pistas, letras e ideas con todos los interesados. También comparte en sus redes algunos mensajes que intercambia con sus colaboradores, e incluso prueba demos a través de Instagram Live. El objetivo no es solamente recopilar material para el álbum sino también generar feedback sobre sus propias ideas. Nada muy distinto a lo que siempre hizo: mantenerse en constante comunicación con sus seguidores, pedirles su opinión y tenerla en cuenta; produciendo siempre más centrada en sus propias pulsiones y en la demanda de sus fans que en los tiempos y condiciones de la industria masiva.

Charli y la fábrica de dar vuelta las cosas

Con How I'm Feeling Now, Charli quiebra con ese modelo que concibe al artista como figura intocable que ilumina con su don a espectadores pasivos que tomarán todo lo que se les ofrezca como sagrado. La artista no sólo rompe esa pared sino que invierte la relación: los artistas no son nada sin su público, y al público es al que hay que contentar

El cliente siempre tiene la razón, entonces involucrarlo lo más posible en el proceso de producción es una manera de cuidarlo y de asegurar su fidelidad. Además, es un cálido gesto en tiempos en que cualquier acercamiento se agradece: hay un sentido de comunidad afianzado entre sus seguidores, en donde es palpable el sentimiento de estar “tirando todos para el mismo lado” y participando de algo conjunto.

 

Hasta ahora conocimos dos canciones de amor. La primera fue Forever, nostálgica y con un estribillo que si bien es tonto adquiere un sabor particular en este contexto: “I will always love you, I love you forever, even though we are not together”, canta reforzada por un video también creado totalmente a partir de footage grabado con el celular. Y la más flamante es Claws, una declaración de amor de base trap y sonido corrosivo con un final abrupto y sorprendente, que curiosamente debe ser una de las canciones más tiernas de su carrera y una de sus piezas más pop desde su álbum de 2014, Sucker.

La cantante londinense declaró que es adicta al trabajo y que nunca dejar de producir es lo que la mantiene en eje durante la cuarentena, así que es esperable que esté produciendo a contrarreloj para llegar al 15 de mayo con un álbum completo: si eso sumado a las limitaciones técnicas será un pro o una contra del resultado, todavía es muy temprano para evaluarlo. Tal vez sea un álbum desparejo, tal vez sea imposible de separarlo de su momento histórico, o tal vez sea la pieza de mayor trascendencia y relevancia de su carrera hasta ahora. En el imprevisible mundo de Charli XCX, solo podemos asegurar que una vez más será de un valor testimonial incalculable sobre su tiempo histórico.