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Trabajadoras Sexuales Organizadas

Putas feministas y sindicalizadas

La cuarentena, lejos de desarticular la organización, fortaleció a AMMAR, el sindicato de Meretrices Argentinas que integra la CTA, que salió de inmediato a sostener redes de ayuda mutua para quienes no pueden ejercer el trabajo sexual en este momento y ya desde antes vivían al día, pagando alquileres exhorbitantes por habitaciones pequeñas en hoteles donde la higiene parece no ser responsabilidad de dueños o dueñas. Detener los desalojos compulsivos de esos hoteles fue la primera alarma, después asistir con bolsones de alimentos, enseguida llegaron las asambleas en los hoteles donde quedan sobre todo travestis y trans y la red de delegadas que se comunican a diario. Las12 acompañó a la dirigente de AMMAR, Georgina Orellano, en una de esas recorridas donde no hay discusión sobre abolicionismo o trabajo sexual sino la constatación de lo que significa la organización para capear juntas la crisis.

Georgina Orellano
Georgina Orellano

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