Desde el momento en que decidieron dejar a un lado sus proyectos musicales para darle forma a uno nuevo, Sebastián Amorelli y Felipe Araujo coincidieron en avanzar con una nueva metodología de trabajo. Durante cuatro años de laboratorio e introspección la dupla le dio forma a un repertorio que iba cosechando elogios de aquellos elegidos que tenían la posibilidad de testear esas obras que, ya con la participación de Marcos Prieto (bajo) e Ignacio Simunovich (batería), se convirtieron en un verdadero suceso.

Con casi 800 mil reproducciones de su "Canción de luna" en el canal  oficial del grupo en Youtube, participaciones en festivales sponsoreados y una circulación sostenida en las radios locales y porteñas, los muchachos de Buenas Tardes saben que el fenómeno que los tiene como protagonistas no debe correrlos de eje. Así lo entiende el guitarrista y fundador Felipe Araujo, que apunta: "Sinceramente desde que nos pasó todo esto todavía ni brindamos... Fue una alegría tremenda, pero lo tomamos siempre con pinzas, observándolo desde afuera con una alegría sana, tratando de transmitir la alegría de buena manera, sin que se nos suba a la cabeza y nos afecte como banda, sin olvidarnos de dónde venimos, de nuestra historia, que es lo que nos mantiene vivos".

Será precisamente esa historia la que hoy será recorrida en el concierto con el que presentarán oficialmente su debut, Buenas tardes. Programado para dar comienzo a las 22 en el Galpón de la Música (Paseo de las Artes y el río), el show incluirá una puesta en escena novedosa, poniéndole el marco a un repaso por todos los temas del disco junto a otras de sus creaciones de laboratorio. "El evento va a tener un hilo que pueda conducir un estilo completo en cuanto a música y visuales --anticipa Araujo--. Va a ser mucho más emocionante que otros recitales. Nos vamos a tomar el tiempo necesario para explicar toda la historia de Buenas Tardes. Y en cuanto a la escenografía vamos a hacer un diseño espacial donde las pantallas y luces van a formar parte de esa escenografía. Por cada tema va a haber una propuesta distinta de climas y momentos".

Sacando pleno provecho de las plataformas digitales, y con una buena repercusión desde su primeras incursiones a la escena porteña, Buenas Tardes logró rápidamente un alto nivel de exposición. De hecho, con media docena de shows en su haber, una de sus primeras apariciones en vivo en Buenos Aires fue en el marco del Personal Fest 2016 (en una jornada que incluyó a No Te Va Gustar, Cypress Hill, The Kooks y Cher Lloyd, entre otras). Esa exposición, según admite el guitarrista, los obligó a poner los pies sobre la tierra. "Creo que son cosas que te pueden desestabilizar. A nosotros nos hizo ruido al principio. Estamos acostumbrados a que las bandas tocan diez o quince años y después les pasa esto", explica Araujo, que concluye: "Se nos movió un poco el terreno, nos tuvimos que amoldar a esos caminos que se nos abrieron. Para algo que uno no conoce, que hace mucho tiempo tal vez sueña, o que era una utopía, cuando aparece se te mezclan las cosas, sentís un compromiso distinto y eso empieza a afectar en la composición. Y como para nosotros lo más importante es encontrarnos a nosotros mismos en la composición, tardamos en poder llevar ese proceso a la normalidad. Hay que ir equilibrando la vida rápidamente. Tuvimos que prepararnos para poder seguir en el mismo camino. Agradecemos lo que nos sucede, es mágico, pero tenemos que seguir siendo la banda que llegó a ese lugar".