El cordobés Juan Ignacio Londero, uno de los cuatro argentinos instalados entre los 100 mejores del ranking mundial, consideró que el receso prolongado a causa del coronavirus puede acelerar un proceso de recambio generacional en el tenis, que está interrumpido desde hace más de dos meses y tiene una fecha probable de regreso para julio próximo.

"Creo que este receso puede acelerar un proceso de recambio generacional. No sé si en la cima del tenis, pero sí estoy convencido que los que tienen más de 33 años y no les queda mucha carrera por delante se acostumbraron a estar en su casa, con su familia y habrá que ver cómo vuelven si deciden hacerlo", analizó Londero en una entrevista que concedió a Télam.

El tenista nacido hace 26 años en Jesús María y ubicado en el puesto 62 del mundo, detrás de Diego Schwartzman (13°) y Guido Pella (35°), y por delante de Federico Delbonis (78°), comenzó el año sin buenos resultados, hasta que se instaló en febrero en las semifinales del Argentina Open jugado en Buenos Aires, con una semana positiva que le valió la citación al equipo de Copa Davis de la Argentina.

El cordobés ganó un partido y perdió otro en la serie que la Argentina cedió ante en Bogotá,
en marzo pasado, cuando quedó eliminado de finales de la Copa Davis a jugarse en Madrid en noviembre próximo.

"Este era un año importante en mi carrera, el de mi consolidación en el circuito. No comencé bien pero antes del receso ya me sentía de nuevo en un buen nivel, con ritmo de partidos y competitivo. No me siento frustrado por esta situación, ya que se trata de un virus a nivel mundial y en mayor o en menor medida, nos afectó a todos los tenistas", analizó el jugador.

Londero recordó que hace muchísimos años que no pasaba tanto tiempo en Jesús María, y que por el momento está bien en lo anímico, y que lleva a cabo una rutina para no perder demasiado estado físico.

"Al principio de la cuarentena tenía días buenos y otros malos, pero de a poco me fui acostumbrando. Estoy en mi casa con mi familia y la gente de toda la vida, me armé una especie de gimnasio y sigo una rutina física de una hora y media por día, estoy bien y sólo me gustaría que en poco tiempo habiliten algún club para poder practicar algo de tenis en una cancha", reveló.

El tenista era un habitué de los torneos Challengers, hasta que irrumpió con fuerza en el circuito mayor en 2019, cuando se coronó campeón del ATP 250 de Córdoba, llegó hasta la final del torneo de la misma categoría en Bastad, Suecia (perdió con el chileno Nicolás Jarry) y a los octavos de final en Roland Garros, donde claudicó en sets corridos ante el español Rafael Nadal, luego campeón.

El cordobés se refirió finalmente a la polémica que se instaló durante el último mes, cuando el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo e integrante del denominado "Big Three" (Tres Grandes) junto a Rafael Nadal y Roger Federer, impulsó una iniciativa para que los 100 mejores de ranking ayuden con donaciones de diez mil hasta 30 mil dólares a los que están peor ubicados, y no generan ningún ingreso porque se encuentran imposibilitados de competir.

Esa iniciativa encontró una dura negativa en el austríaco Dominic Thiem (3°), quien aseguró que ningún tenista pasa hambre y que no donaría dinero, y luego se sumó Guido Pella apoyando esa postura. "Las dos posturas me parecen respetables. La iniciativa de Djokovic es buena porque hay muchos tenistas que están ubicados 300, 400 y 500 del ranking que la están pasando mal porque no pueden competir para ganar su dinero y pagar sus gastos, están en una situación compleja", comentó Londero.

"Lo de Thiem también es comprensible porque hay jugadores que están en el circuito y no llevan la vida de un profesional, pese a que ya tienen 31 o 32 años, eso molesta y es más útil destinar el dinero a otra persona, como también dijo Pella. Las dos miradas son válidas y lo mejor es que aporte el que realmente puede hacerlo, ojalá todos tuviéramos 100 millones de dólares en en banco para poder ayudar al resto", concluyó.