En tiempos de pandemia, las residencias para adultos mayores representan bombas de tiempo para el sistema sanitario. Semana a semana aparecen nuevos hogares como focos de contagio de la covid-19, que no sólo ponen en peligro a quienes son más vulnerables (ya han muerto 33 adultos mayores en residencias), sino que además generan pánico y angustia por la desinformación que circula sobre el tema. Ante esta realidad, el PAMI presentó el programa Residencias cuidadas, que apunta a favorecer la articulación entre los gobiernos municipales, los equipos técnicos y los familiares de los adultos mayores residentes para monitorear, asistir e informar sobre el funcionamientos de los geriátricos durante la pandemia. 

"Falta información sobre geriatría, hay una gran confusión sobre cómo abordar en el tema y eso es una deuda que tenemos como sociedad. La falta de información se traslada a la ausencia de marcos normativos y responsabilidades definidas. Y eso, en el marco de una pandemia que tiene a los adultos mayores como eje, genera un desafío para que nosotros intervengamos", indicó la titular del PAMI, Luana Volnovich, al presentar el programa, junto a un informe epidemiológico de las residencias para adultos mayores en el país. Según indicó, existen 3800 residencias privadas en Argentina, de las cuales sólo 563 tienen convenio con el PAMI. La obra social tiene, además, cinco residencias de larga estadía propias, sumando, en total, unas 22 mil personas afiliadas que viven en geriátricos  en todo el país.

Avance de la covid-19 en residencias. Fuente: PAMI.


"Nuestra responsabilidad no es sobre las instituciones médicas, es sobre la prestación y la salud de los afiliados. Las instituciones están reguladas por normativas de las jurisdicciones. Por eso desarrollamos este plan que pretende que el PAMI fomente la articulación con otros niveles de jurisdicción, ya sea municipales o provinciales, para que podamos intervenir en conjunto y paliar estos grises en los que a veces no se sabe de quién es la responsabilidad", explicó Volnovich. "Lo de Belgrano no tiene que suceder", marcó. Con ese comentario, la titular del PAMI se refirió al caso del Apart Incas, el geriátrico de Belgrano en el que se generó una grave cadena de contagios y muertes. El caso adquirió mucha relevancia porque intervino la Justicia para determinar si los dueños del establecimiento y las autoridades del gobierno porteño habían sido responsables de "abandono de persona seguido de muerte". 

"Tenemos que llegar antes para evitar los brotes. Apenas se reporta un caso sospechoso nos notifican, llaman a la jurisdicción y el paciente es trasladado al segundo nivel, que es la clínica o el hospital, donde se hace el hisopado y seespera el resultado", detalló Volnovich sobre el protocolo de intervención del Comité de Contingencia para el Tratamiento de Coronavirus del PAMI. En el caso de que el hisopado de negativo, la persona vuelve a la residencia, pero si da positivo actúa un equipo interdisciplinario que incluye tanto una intervención epidemiológica como de contención familiar.

Según datos del PAMI, hasta la fecha hay 67 residencias con casos sospechosos (ninguna de ellas pertenece a la obra social) y 152 adultos mayores que las habitan que dieron positivo por coronavirus. En total, murieron 33 residentes, todos mayores de 80 años. 

"Queremos tener 'residencias blindadas'. Porque desde PAMI tenemos la población más vulnerable, los que tienen más riesgo de enfermarse y morir de coronavirus", advirtió la secretaria de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado del PAMI, Mónica Roqué. "Las residencias son instituciones de puertas abiertas, no son cárceles, pero en estos momentos tuvimos que convertirlas en instituciones de puertas cerradas. Por eso es importante conservar el buen clima, las actividades terapéuticas y recreativas, y que haya un protocolo de buen trato", advirtió Roqué. 

Informe: María Cafferata.