Sin reuniones donde sacarse chispas, las distintas líneas de Juntos por el Cambio siguen dos estrategias muy distintas en la pandemia. Con Mauricio Macri en silencio, sus alfiles se distribuyen las tareas: Patricia Bullrich ataca al Gobierno al tiempo que Miguel Ángel Pichetto defiende (como puede) la gestión de Cambiemos y dice que Macri "sigue midiendo muy bien en las encuestas". El ala dura, de esta forma, no cambia sus modos. Del otro lado, la ex gobernadora María Eugenia Vidal participa de encuentros multitudinarios por Zoom con dirigentes del PRO y esboza una crítica a "los que no tienen humildad" y "creen que no se equivocan".

Hoy son dos sectores sin un contacto asiduo, tras una serie de reuniones de la mesa chica del PRO que promovió Macri y que sirvieron solo para exponer las internas. Desde hace más de un mes, esos encuentros están suspendidos sin fecha. Mientras tanto, cada sector sigue con su estrategia: el ala dura, buscando flancos para cuestionar al Gobierno en plena pandemia. Y el sector de Vidal y Horacio Rodríguez Larreta en una posición de mayor cooperación en la crisis, porque consideran que no hay resto para hacer otra cosa en este momento.

Ni todas las críticas internas que recibió modificaron la estrategia de Patricia Bullrich. Y ya nada lo hará. Esta semana siguió jugando el juego que mejor juega y que más le gusta: atacar al Gobierno. En este caso, volvió a la carga con la idea original de que la Argentina se convertirá en Venezuela, que tantas veces fue repetida en los tiempos en que era ministra de Seguridad: "El Presidente manda a Vallejos a presentar un proyecto que convierte a la Argentina en la Venezuela de Chávez. Hambre y pobreza extrema al grito de 'exprópiese'. El dinero es de la gente, no son los dueños del país", afirmó, agitando el fantasma de las confiscaciones de empresas privadas.

Si a Bullrich le toca atacar, a Pichetto le cayó la pesada tarea de defender (no confundir con pesada herencia). Para esto, debió justificar el mutismo del ex presidente: "La figura de Macri sigue siendo importante por más que hoy esté en un silencio responsable", aseguró Pichetto. Macri mantiene un silencio estratégico, pero las pocas veces que lo abandona le da dolores de cabeza a sus dirigentes, ya sea porque afirma que sabía que el endeudamiento en su Gobierno los iba a llevar al desastre o porque dice que "el populismo es peor que el coronavirus".

Casi como un deseo, Pichetto dijo a FM Futurock que Macri hace "un aporte patriótico estar en silencio". "Por un tiempo tiene que mantener un silencio como aporte a la gestión nueva", indicó el ex candidato a presidente. Sostuvo, eso sí, que Macri "sigue midiendo muy bien en las encuestas". No aclaró cuáles encuestas eran, porque las últimas que se conocieron mostraban una caída estrepitosa: según publicó Clarín, Macri tiene 68 por ciento de imagen negativa y 36 de positiva, con Larreta sacándole 32 puntos de esta última imagen en la ponderación popular.

Pichetto también defendió el endeudamiento en el Gobierno de Macri. "La deuda externa empezó a consolidarse después de la salida de las dictaduras y tiene un proceso de acumulación con todos los gobierno democráticos. Macri no es autor de la deuda, sino de una parte que tiene que ver con su gestión. Es necesario clarificar este tema, porque sino se instala que la deuda la hizo el gobierno anterior y que sus amigos se la llevaron y no es así", explicó a La Nación+ y a FM La Patriada. Más allá de defender a Macri, Pichetto volvió sobre la línea que baja el ex presidente: priorizar la economía en la pandemia y castigar al Gobierno por las consecuencias económicas del parate generalizado. "Esto va a impactar en la actividad privada, que es el motor económico del país. Si se recupera la actividad laboral, la gente va a recuperar la tranquilidad porque hay sectores que están temiendo la pérdida del trabajo", indicó.

En contraposición a la estrategia del ala dura, Larreta y Vidal piensan que no es momento para hacer política partidaria. Esta última mantiene silencio desde su salida de la gestión, pero empezó a mostrarse públicamente en encuentros con intendentes del PRO -como la que organizó el intendente de Lanús, Néstor Grindetti-  y en charlas de Zoom con cientos de dirigentes del PRO que le organiza el presidente del bloque de Diputados del PRO, Cristian Ritondo. Como informó este diario  , tuvo un Zoom con 700 dirigentes de Santa Fe, otro con los de La Pampa y también con los de Córdoba. Según indicaron en el entorno de la ex gobernadora, los pedidos para que haga otros encuentros virtuales de este tipo se multiplican, mientras en público ella sigue en silencio. En el de Córdoba -según publicóPerfil - la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires dijo: “No me arrepiento de haber hecho muchas cosas bien aunque políticamente no fueran redituables”. Y volvió sobre una frase que solía usar Macri, que es la de un carro que se quedó en el barro: "Yo estoy, no me creo que puedo sola, y estoy para empujar el carro que estaba encajado. Sin preguntar quién encajó el carro, si fue ayer, si fue hace un mes, si hay uno que mira y no ayuda, estoy para empujar el carro”, afirmó Vidal, que arengó a volver a arrancar "bien desde abajo". La ex gobernadora no mencionó a nadie del ala dura, pero criticó a los que “no tienen humildad”. “También tenemos que mostrar nuestra capacidad de aprender, siempre desde humildad. Nadie es infalible y siempre me da miedo un dirigente que cree que no se equivoca", afirmó.