La Dirección General de Administración de la Policía, ubicada en el edificio del Ministerio de Seguridad en la ciudad de Santa Fe fue escenario ayer de un allanamiento que había comenzado por la mañana y se extendía la cierre de esta edición. La orden partió del fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, Matías Edery. El operativo se concretó con personal de ese organismo y agentes de Asuntos Internos que busca documentación por presuntas maniobras de desvío de fondos en la fuerza policial. Las maniobras van desde las reparaciones de los móviles hasta compra de combustibles, piezas mecánicas y otros insumos para su funcionamiento, pasando por el pago de adicionales, horas extras, certificación y cancelación a proveedores, entre otros ítems presupuestarios que implican millonarias erogaciones. Los hechos investigados tienen epicentro en la Unidad Regional II de Rosario, en los períodos en los que la fuerza estaba encabezada a nivel provincial por el comisario general Marcelo Villanúa y en la URII por su par Juan Pablo Bengoechea, y al frente del Ministerio de Seguridad estaba el hoy diputado provincial Maximiliano Pullaro. El ex funcionario del área de Administración y Finanzas de la URII que reportó las presuntas maniobras ilegales en la fuerza,  Cristian Güemes, sufrió no sólo amenazas sino dos ataques en su vivienda.