La foto es variopinta y sorprendió a más de uno. El lunes por la noche, medio centenar de dirigentes porteños compartieron una cena que funcionó como lanzamiento de un proyecto, el de “generar un frente amplio y plural que permita delinear una estrategia política de oposición al modelo neoliberal impulsado por del macrismo” en la Ciudad de Buenos Aires. Peronistas de varias generaciones y vertientes, progresistas y renovadores sonrieron para la cámara después de una cena en la que intercambiaron percepciones y planes, con un objetivo de fondo: la unidad de los sectores populares en la ciudad para enfrentar al macrismo este año.

El retrato comenzó a circular ayer en las redes sociales y los WhatsApp del peronismo porteño. Llamaron la atención algunas caras, que hasta hace poco parecían muy lejos de compartir mesa y mucho menos espacio político. El ex jefe de gabinete Alberto Fernández, todavía en el massismo, fue una de las presencias llamativas. La participación del economista de la CTA Claudio Lozano, del legislador porteño e interlocutor papal Gustavo Vera, y de emisarios de Fernando “Pino” Solanas, también aportó diversidad. Otros grupos afines al kirchnerismo por afuera del peronismo, como FORJA y Kolina, también estuvieron entre los invitados.

La convocatoria surgió del titular del PJ porteño Víctor Santa María, que contó con el apoyo de sus compañeros en la bancada del Parlasur, Daniel Filmus, Eduardo Valdés y Jorge Taiana y casi todos los sectores del peronismo estuvieron representados. Hubo media decena de ex funcionarios de Néstor y de Cristina Kirchner: además de Fernández (Frente Renovador), Taiana (Movimiento Evita) y Filmus (Corriente Nacional de la Militancia) estuvieron la ex titular del Banco Central Mercedes Marcó del Pont (Grupo Fénix), el ex ministro de Salud Ginés González García, la ex subsecretaria de Comercio Paula Español y el ex subsecretario de la Presidencia Gustavo López (Forja). Los intendentes del Grupo Esmeralda enviaron a Miguel Cuberos, uno de los armadores de ese espacio, como emisario.

“El encuentro demostró que hay una posibilidad de unidad para buscar construir una alternativa en la ciudad” que busque “una representación más amplia” y “deje atrás las diferencias” que pudo haber habido en la oposición al macrismo en la Capital, explicó Taiana, en diálogo con este diario. Habrá un nueva cita, similar, la semana que viene, para seguir avanzando en el armado. “Las alianzas cierran en junio y junio es pasado mañana. Hay que trabajar fuerte para llegar a las elecciones todos juntos”, le dijo a PáginaI12 uno de los organizadores.

“Me parece que es un punto de arranque que muestra la voluntad de hacer algo más amplio, que contenga otros sectores que no son esencialmente peronistas”, dijo Alberto Fernández. “Yo tengo la más absoluta voluntad de unir a todos los sectores en un frente único que interprete cabalmente lo que esta pasando con el Gobierno”, agregó el ex jefe de Gabinete, que en la reunión pidió “dejar de torturarse con el pasado sino aprender de eso y tomarlo como experiencia”. En la misma tónica, Filmus pidió dejar atrás las diferencias y “hacer un esfuerzo de amplitud para trabajar por el mayor afectado por este Gobierno, que es el pueblo argentino”.

En rigor de verdad, la foto fue un llamado de atención con dos destinatarios claros. Por un lado, “los sectores del kirchnerismo más cerrado”, definieron, a quienes buscan demostrarles “una vocación de unidad y frentista” de toda la oposición al macrismo en la Ciudad en la que “todos los espacios deben participar en igualdad de condiciones” en la mesa de negociación. “Por supuesto los queremos adentro, pero no pueden pretender conducirnos de las orejas como si nada hubiera pasado durante los últimos dos años”, explicó uno de los asistentes.

El segundo mensaje de la cumbre fue por elevación hacia un sector del PJ de la Ciudad que quiere acercarse al Frente Renovador y hoy busca levantar la candidatura de Felipe Solá en territorio porteño. La presencia de Alberto Fernández, de la diputada Fernanda Gil Lozano y de los hermanos Héctor y Rodolfo Daer, demuestra la intención de disputarle a los justicialistas disidentes (conducidos por Juan Manuel Olmos) el monopolio de la negociación con el massismo en la Capital. Con ese movimiento de pinzas, y sumando elementos de la centroizquierda, los organizadores del cónclave esperan poder armar una oferta amplia que resulte competitiva.