El experimentado “Mono” Hurtado agradece la oportunidad. A Matías Arriazu, excelente guitarrista formoseño, le parece “algo increíble” que sigan existiendo estas posibilidades. Alejandro Manzoni, pianista de raíz folklórica, opina que la apuesta de la productora es muy fuerte teniendo en cuenta la coyuntura actual y la difícil situación económica. “Pero a su vez, la vida cultural de Buenos Aires es muy potente y confío que tendremos una buena respuesta”, contrapesa el músico. Lilián Saba, pianista y compositora, va por el lado de compartir un viaje imaginario a través de la intangible y maravillosa música: “En tiempos de crisis, los espacios de arte suelen ser un refugio para el alma y espero este encuentro con alegría”, dice la hacedora de Malambo libre. Alexis Camillieri, cuya guitarra se inmiscuirá en el mundo del Gustavo Nasuti Grupo, también apuntala en lo difícil que resulta encontrar ciclos con la calidad instrumental de los músicos que forman parte de él. Y Andrés Beeuwsaert, pianista y tecladista del trío Aca Seca, se posa en lo vital que es este tipo de emprendimientos, que surge del amor a la música “y sin especulaciones financieras”. “Sabemos que se hace a pulmón y ningunos de los que estamos en este ciclo somos Shakira; con todo respeto lo digo. Me refiero a que estamos en un circuito reducido y no tocamos en estadios o lugares masivos, y hoy generar un espacio para este tipo de artistas es muy valioso”, desarrolla el hombre del apellido complicado.

Todos hablan de lo mismo, claro. Del ciclo Entre Músicas que, bajo el motor independiente de Femio Producciones, se desarrollará el próximo sábado y los dos primeros de abril a las 20.30 en la Sala Caras y Caretas, de Sarmiento 2037. “Creo que la programación siempre es rica y variada, pero nunca es suficiente, porque existen muchas propuestas nuevas y diferentes y los espacios por lo general son renuentes a los cambios. Es decir, vemos que se repiten muchos artistas, sobre todo en las programas del circuito oficial, y no hay mucha renovación y apertura para otros. Por eso es un placer compartir un ciclo con músicos a los que admiro mucho, además porque todos estamos en una búsqueda artística parecida: una permanente renovación y recreación de la música folklórica argentina”, apuntala Arriazu, guitarrista de siete y ocho cuerdas tocar, que acaba de publicar el disco De dos argentinos junto a Ernesto Snajer, y que será uno de los encargados de inaugurar el ciclo, en yunta con Mariano “Tiki” Cantero, el percusionista de Aca Seca. “Voy a aprovechar la oportunidad para presentar otro disco que acaba de salir: Peteî po”, informa el formoseño que compartirá la primera noche con el trío de Manzoni, integrado por Guido Martínez en contrabajo y bajo eléctrico, y Leandro Savelón en percusión. “Con ellos vamos a combinar composiciones propias con algunos temas del cancionero popular argentino, como ‘Solo le pido a Dios’ u ‘Ojos de cielo’”, señala Manzoni, cuya estética mixtura el sonido de la raíz criolla con la improvisación del jazz, como se escucha en el disco que acaba de publicar, bajo el nombre de Las tres orillas. “Es un disco que refleja desde el nombre la química y la lógica del encuentro, y también la complementariedad que logramos, que para mí es muy importante y valiosa”, sostiene el pianista, que supo acompañar a la cantante venezolana Cecilia Todd.

El primer sábado de abril, en tanto, compartirán escena Beeuwsaert y el Gustavo Nasuti Grupo con Alexis Camillieri, en carácter de guitarrista invitado. “Es un ciclo donde se van a escuchar voces propias, cosa que no abunda en el panorama actual de la música popular-creativa argentina”, se manifiesta Nasuti, un alquimista de tangos, zambas, candombes, murgas y jazz libre. Y también de instrumentos, dado que en su quinteto suenan violín y guitarra, a cargo de Waldemar Garin; saxofón alto, eufonio tenor y soprano (Mariano Gamba), bajo, en manos de Ramiro Rey; batería y objetos (Gabriel Loto) y el mismo capitán del barco en guitarra, piano, bombardino, voz, composición y dirección. “Haremos mis composiciones, que giran en el universo sonoro rioplatense, atravesado por elementos y conceptos de otras músicas como la improvisación libre y lo folklórico, todo con un tratamiento un tanto implícito”, refrenda él.

Beeuwsaert, en tanto, anuncia lo suyo: “Mi concierto será piano y voz, solo set. Tocaré músicas mías y de amigos y artistas que quiero mucho, que súper admiro, como Mario Laginha de Portugal, Hugo Fattoruso de Uruguay, Lea Freire de Brasil y Carlos Aguirre de Paraná”, informa el pianista, sobre un repertorio que girará en torno a su disco solista, recientemente publicado en Japón, fruto de un concierto que dio en Tokio. “Fue una experiencia muy fuerte para mí, porque cuando toqué no sabía que iba a terminar en disco”, se ríe el Aca Seca acerca de los orígenes de Tokio Solo.

La tercera y última noche, por su parte, traerá los sonidos y las magias del dúo Saba-Chiodi, y también del “Mono” Hurtado, que tocará su contrabajo acompañado por las guitarras de Horacio Montesano. “Trataremos de crear paisajes sonoros, en donde cada nota y cada silencio sean únicos e irrepetibles. De conectar con lo simple, lo esencial y lo imprevisible”, dice Hurtado, hombre del jazz pero también de la música popular argentina, que supo compartir proyectos y escenarios con Paquito D’Rivera, Pablo Ziegler, Dave Samuels, Elton Dean, George Haslam, Roberto Goyeneche, Manolo Juárez, León Gieco y Jaime Torres, entre otros. El tándem Saba-Chiodi, en tanto, piensa alternar momentos de solo piano a cargo de ella, con piezas del CD Sol y Luna, que publicó con su compañero vientista. “Me encantaría poder tocar también algún tema con los músicos que compartirán la fecha, sería un verdadero lujo”, se entusiasma la pianista, compositora, arregladora y gran conocedora de las músicas de raíz, que serán las indiscutibles “estrellas” de este encuentro tan vital como necesario.