El sábado falleció a causa de un cáncer el artista rosarino Carlos Trilnick, uno de los pioneros del videoarte en Argentina. Su prolífica obra lo convirtió en uno de los mayores referentes dentro del campo de las videoinstalaciones, la fotografía y el arte multimedia. A lo largo de su trayectoria expuso en prestigiosos espacios a nivel internacional como el MoMA, el Museo de la Imagen y el Sonido de San Pablo o el Centro de Arte Contemporáneo de Sidney. Durante la última dictadura cívico-militar se exilió en Israel, donde estudió fotografía y video. Pero Trilnick no sólo se desempeñó como artista sino también como docente: durante cuatro años fue director de la carrera de Diseño, Imagen y Sonido en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA), y profesor visitante en el Departamento de Comunicación de la Universidad de California. La Pietà (2009) es quizás una de sus obras más representativas porque condensa su compromiso con la realidad social: aquel video mostraba a Gloria y Miguel, madre e hijo morochos y pobres, posando bajo la lluvia en el barrio del Once, completamente ignorados por su entorno. La figura refería a la obra de Miguel Ángel y también a La familia obrera de Oscar Bony, instalación censurada en 1968 por Onganía durante su exhibición en el Instituto Di Tella.