Nos preguntamos por qué seguimos estando, porqué nos seguimos encontrando en esta fecha, en este 24. Y nos contestamos. Para no olvidar la actitud criminal del estado contra sus ciudadanos inaugurada formalmente hace 41 años. Para seguir alzando la voz contra los resabios de esas viejas conductas que hoy siguen vivas en buena parte del estado y de la sociedad. Y para denunciar la continuidad de la política económica impuesta a punta de pistola, para transferir las riquezas generadas por el pueblo trabajador a los dueños de los grandes capitales, que sigue después de estos 34 años de democracia ininterrumpida.

El mundo cambió, las condiciones no son las mismas, pero fundamentalmente hoy no hace falta un golpe de estado para consumar esta injusticia. Es suficiente con gobiernos democráticos y neoliberales, conservadores ó progresistas que, eso sí, transen con el gran capital.

Mantenemos un estado que pretendemos nos cuide, sea garante de nuestros derechos y obligaciones y facilite la solución de los grandes problemas colectivos. Lejos de esa situación, con el pasar de los años se siguen acrecentando las dificultades para los de abajo, la concentración de la riqueza en las grandes empresas y la sangría provocada por los que viven a costa del estado. Mediante negociados y/o corrupción lo han convertido y lo siguen haciendo, en una institución parasitaria.

Hoy "elegimos" un estado empresario, no nos sorprende que considere a los trabajadores factor de ajuste ni que su objetivo sea hacer negocios. También en lo discursivo es conservador y con sus actitudes habilita a que se refloten, a que resurjan en buena parte de la sociedad, reacciones discriminatorias y retrogradas que parecían superadas.

A problemas complejos no lo resuelven respuestas simples, ni improvisados manotazos de ahogado. Ser honesto y "buena gente" es imprescindible, pero no basta. Hace falta un poco más. Con voluntad de construir y no de ganar. Hace falta destinar tiempo y energía para juntarse, para discutir, para participar. Hace falta cargar de política cada pequeño acto cotidiano.

Hernan Abrate, Adriana Diez, Hernan Sarmiento, Ruben Moreno, Mauricio Cocchiarella
Asociación Derechos Humanos de Cañada de Gómez