Los abogados que representan a la familia de Lucas Nahuel Verón, el chico de 18 años asesinado por la policía en González Catán, pidieron que se aparte de la causa al fiscal Juan Pablo Tahtagian, por haber permitido una serie de graves irregularidades cometidas por la policía para desvirtuar los hechos. Al principal testigo, el joven de 17 años que iba con Lucas al momento del crimen, “lo tuvieron detenido en la comisaría, a él y a un pariente suyo, para obligarlo a firmar una declaración en la que le hicieron decir que estaban escapando de los policías porque habían robado un celular”.

Roberto Cipriano, secretario de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), le dijo a Página/12 que se presentaron como particular damnificado en nombre de la familia de Lucas y se reunieron con la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, para denunciar “la connivencia del fiscal Tahtagian con la actuación ilegal de la Policía Bonaerense para intentar desvirtuar los hechos en los momentos posteriores” al homicidio ocurrido en la madrugada del viernes pasado, cuando la víctima estaba festejando su cumpleaños número 18.

“Al chico de 17 años que iba con Lucas en la moto lo llevaron a la comisaría, lo pusieron en un calabozo, a él y a su padrino, hasta que firmaron el acta” con la falsa versión, “cuando el fiscal estaba en la comisaría, que es muy pequeña, de manera que no puede haber ignorado lo que estaba pasando”, dijo Cipriano.

Por su parte, Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza, le recordó a este diario que “lo que hizo la policía es lo mismo que hicieron con Luciano Arruga cuando fue detenido por primera vez” en el destacamento de Lomas del Mirador. “A Luciano se lo llevaron preso esa vez porque se negó a salir a robar para los policías”.

Por la mañana, Cipriano, junto con Sandra Raggio, directora general de la CPM, y Rodrigo Pomares, coordinador del Area de Justicia y Seguridad Democrática del organismo, concurrieron a la Fiscalía General para recusar al fiscal a cargo de la investigación.

La indignación por la maniobra policial hizo que centenares de familiares y amigos de Lucas se manifestaran frente a la Fiscalía General para pedir justicia. “Además de obligar al testigo a firmar algo que no había ocurrido, con posterioridad le dijeron al papá de Lucas, que estaba destrozado por lo ocurrido, que su hijo había robado un celular, revictimizándolo”, señaló Cipriano. “Es increíble lo que pasó, porque a Lucas lo fusilaron cuando estaba a una cuadra de su casa”. Por el hecho, calificado como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, fueron detenidos los policías Ezequiel Benítez y Cintia Duarte. Hubo “dos o tres disparos”, según los testigos, y uno de ellos le dio en el pecho, de frente, al joven asesinado. Los policías se fugaron y no denunciaron lo ocurrido ante las autoridades de la comisaría del barrio de Villa Scazo, en la localidad de González Catán.

Los manifestantes que concurrieron a la sede de la Fiscalía General, denunciaron que fueron hostigados por los policías que custodiaban el lugar. “Se burlaban, se reían de nosotros y nos hacían fack you”, dijo Cinthia, una de las hermanas de Lucas. La joven sostuvo que “estábamos muy enojados porque cuando fuimos al hospital, donde lo llevaron a Lucas, la misma policía que lo asesinó nos vino a saludar y a darnos el pésame”.

Durante la manifestación, se produjeron algunos incidentes y la policía hizo algunos disparos con balas de goma. “Lo que pasó se debe a que algunos se molestaron porque se estaban riendo de nosotros”, dijo Cinthia. De todos modos, varias de las mujeres presentes se encargaron de calmar a los más enojados. Una de ellas les gritó: “Esto no nos representa, no es lo que vinimos a hacer, que es pedir justicia”.

La única verdad es que lo fusilaron y lo dejaron tirado en el piso”, declaro la hermana de Lucas. Luego de rechazar la versión policial del supuesto robo, recordó que Lucas y su amigo habían salido en moto a comprar una gaseosa. Los testigos aseguraron que luego de disparar contra los dos jóvenes, “los policías huyeron sin llamar a la ambulancia ni al 911, sólo escaparon, se fueron”, según confío a este diario una persona allegada a la familia.

“Cuando lo levantamos a Lucas tenía un agujero en el pecho, no pudimos reanimarlo", dijo Martín, otro de sus hermanos. El joven fue trasladado al hospital de local en el auto de un vecino, pero falleció a poco de llegar.

"La mujer policía, la asesina, fue la que contuvo a mi mamá, nos consolaba a todos como si ella no hubiera tenido nada que ver", insistió Cinthia, en alusión a la agente detenida. La autopsia prelimimar determinó que Lucas recibió un balazo en el pecho, con orificio de de salida. Los forenses de la Morgue Judicial de Lomas de Zamora aclararon que no se pudo obtener un proyectil o plomo del cuerpo para un futuro cotejo balístico, para saber quién fue el que hizo el disparo mortal.

Los testigos dicen que el que bajó del móvil policial y realizó los disparos fue “el hombre”, es decir el detenido Benítez. Las armas reglamentarias de los dos uniformados fueron secuestradas y se determinará cuál de las dos fue utilizada.