"El Gobierno ha sido más sólido en lograr consensos, que en imponer decisiones”, afirmó el periodista Mario Wainfeld en una charla remota que brindó para las y los soci@s de PáginaI12. Tras aclarar que suele ser pesimista, el editorialista dominical de este diario consideró que "la nueva normalidad se va a parecer demasiado a la vieja e injusta normalidad", pero abrió una ventana de esperanza: "el futuro no está cristalizado. Depende del Gobierno, y también de los ciudadanos, de las organizaciones sociales y de los sindicatos.  El futuro se construye, se milita y ése es el mensaje que siempre dimos desde este diario", aseguró. Durante una hora cátedra, Wainfeld realizó un análisis sobre los desafíos que tiene Argentina en el corto plazo. Se centró principalmente en el eje de la economía y finalmente respondió preguntas de algunos de los más de 300 participantes. 

Wainfeld le imprimió su mirada crítica a la charla desde el comienzo. “Si bien el Estado está muy presente, está funcionando para sostener o apuntalar el injusto orden económico que preexiste a la pandemia", fue unas de las lecturas que esbozó sobre la situación actual. “Hasta ahora se sustenta el orden existente que Alberto dijo y dice que hay que cambiar y que los votantes también piensan que hay que cambiar por injusto o desigual. Pero no existe la posibilidad de ahora decir: ‘voy a rajar a todos los peces grandes del acuario’. Sin embargo, eso en algún momento tiene que ocurrir", aclaró luego.

Uno de aciertos del Presidente que destacó el periodista durante la charla fue la celeridad con que Fernández declaró la cuarentena obligatoria. Dicho esto, enumeró los riesgos que corre el Gobierno: "por más que su política con respecto al aislamiento sea exitosa, será algo difícil de capitalizar ya que no es lo mismo salvar a gente de un naufragio que de una pandemia. El segundo caso no es cuantificable”. Otro riesgo que marcó es el del “agotamiento social”. “Esto está sucediendo y es lógico”, puntualizó. Por último, resaltó como preocupante el crecimiento de la violencia institucional

Como segundo eje, se detuvo en el aspecto económico. Wainfeld calificó la situación en Argentina como "catastrófica", pero aclaró que no es diferente a lo que ocurre en todo el mundo. Además subrayó que la cantidad de dinero que está gastando el Estado argentino en estos momentos es “gigantesca”, aunque en comparación con otros países, es poca. “Es menos que otros países porque Argentina está en default”, aclaró. "Brasil puede poner más dinero porque tiene más reservas en el Banco Central y porque, al no estar en default, puede conseguir plata en los organismos internacionales de crédito”, afirmó. La ventaja de Argentina, según él, radica en que “acá hay un piso de protección social altísimo, que contempla a la gran mayoría de las personas mayores con las jubilaciones, a un millón 200 mil hogares cubiertos por la AUH y muchos otros subsidios y políticas públicas que han vuelto, como el Plan Remediar del PAMI". Aún así, el columnista subrayó que “nada de eso alcanza y todo es poco ante la tremenda situación de malaria que existe”. 

Dentro de la delicada situación económica que atraviesa el país, el periodista festejó la decisión "peronista" del gobierno de Fernández que, a diferencia de países como EEUU, "cuida y trata de sostener los puestos de trabajo", a pesar de que, para él, se trate de una tarea "casi imposible en este contexto". “Nada de lo que se hace es lo ideal. Todo es para minimizar los efectos respecto de la peste (en lo sanitario) y de la malaria (en lo económico)", subrayó.

Con respecto al impuesto a las grandes fortunas, destacó que le parece una buena medida, pero la consideró insuficiente para que el Estado recaude el dinero que necesita. "Hay que crear nuevos impuestos y lo primero que tiene que hacer el Estado, dadas las limitaciones, es aplicar mejor las leyes que existen", indicó.  Desde esta perspectiva, calificó como "interesante" que el Gobierno, mediante la Ley de Emergencia, aumente la alícuota para fondos declarados en el extranjero y fomente la repatriación. 

El plan económico para salir de la crisis a medida que se desarticule la cuarentena, tendrá, según Wainfeld, una impronta keynesiana. "Entre las medidas que tiene pensadas adoptar el Gobierno en el futuro está como núcleo el tema de la obra pública. En ese sentido, ya lo decía Keynes, el de la obra pública es un gran recurso porque se dinamiza solo, no hay que salir a vender los caminos que se construyen", remarcó.  Esta reactivación dependerá de que el avance de la pandemia lo permita: "es difícil conseguir que puedan estar personas trabajando en ello sin correr riesgo de contagio", aseveró.

El periodista presentó seguidamente otro eje del que dependerá, según él, el tópico anterior: la negociación de la deuda externa. “Se empezó regateando, y creo que es lo que se debe hacer. El eje es que el Gobierno compra gobernabilidad. El núcleo del acuerdo es que se va a pagar poco en el corto plazo”, indicó. 

En el momento de las preguntas algunos de los asistentes pidieron su opinión sobre Vicentin, a lo que Wainfeld contestó que, para él, en ese caso "el Gobierno se manejó tácticamente mal”. Luego le consultaron si creía que se llegará a un acuerdo con los bonistas, a lo que respondió que “si hay acuerdo, el Estado entrará en un alivio financiero y podrá poner más plata en todos los paliativos como el IFE, el ATP, aumentar la jubilación y promover la actividad industrial y comercial, sobre todo, en las economías regionales".

Informe: Melisa Molina.