Con 2 de cada 3 hogares cubiertos por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), Argentina tiene la política de transferencias directas más importante de la región. Los datos son resultado del informe "Protección Social" que elaboró el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda

Las tres principales políticas de asistencia social y a la producción en Argentina son el IFE, Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y, en menor medida, los créditos a tasa 0 a monotributistas. Combinando los tres, la asistencia estatal alcanzó a cerca de 11 millones de personas. Si se incorporan los casi 3,2 millones de asalariados públicos, que reciben sueldos de parte del Estado, el total de personas alcanzadas por transferencias directas o indirectas, asciende a 14,1 millones. 

Foco en el IFE

De acuerdo al informe, el IFE, que tiene sus experiencias análogas en otros países latinoamericanos, es el más efectivo de la región en términos de hogares alcanzados: 66,2 por ciento (8,8 millones). También implica el mayor esfuerzo fiscal en relación con el PIB (1,07 por ciento).  Los tres pagos del IFE sumaron una erogación de 264 mil millones de pesos. "A su vez, cabe destacar que el IFE contribuyó a reducir las brechas de género en ingresos en el país, ya que, dadas las condiciones de acceso, el 55 por ciento de los beneficiarios asignados fueron mujeres", resalta el informe.

Otro de los beneficios del IFE es su carácter federal. El tercer pago implica un incremento en los recursos transferidos a las provincias. Las transferencias tienen mayor peso sobre el presupuesto en las provincias que presentan indicadores socio-económicos más rezagados, sobre todo en el NOA y NEA.  Santiago del Estero fue la provincia que verificó una mayor inyección de recursos en relación con su presupuesto: los 3 pagos del IFE representan el 17,5 por ciento de los gastos corrientes estimados para todo el año. 

Un efecto secundario de esta política fue la bancarización de la totalidad de sus beneficiarios a partir del segundo pago. De este modo, 4,93 millones de personas que no registraban una cuenta bancaria propia tienen la posibilidad de abrir cuentas bancarias sin costo para recibir el segundo y tercer pago del beneficio.

El informe concluye que en los países más desarrollados, al percibir tasas bajas de informalidad, las medidas se focalizaron en garantizar la existencia de las empresas que a través de los sueldos transfieren el esfuerzo a la población. Como en la región latinoamericana la problemática existente y creciente es la informalidad y la precarización del empleo, los esfuerzos se debieron traducir en los dos sentidos: ayuda estatal a las empresas existentes y transferencias directas a los hogares. Teniendo en cuenta estos dos factores y los datos analizados, Argentina es una buena alumna en materia de protección social en la región.