“Se va a ir viendo un proceso de mejora del salario real, lo más grueso del tema tarifario ya fue hecho”, aseguró ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña. El funcionario sostuvo que aumentará el poder adquisitivo de la población, pero la pauta del 18 por ciento que fijó como referencia el Gobierno en las negociaciones paritarias que están llevando adelante los privados e incluso el Estado nacional está por debajo de la inflación proyectada por todas las consultoras privadas. Por lo tanto, no está claro cuando llegaría esa recuperación. “No hay duda ninguna duda, porque no hay un solo economista que diga lo contrario, que este va a ser un año de crecimiento y vamos a estar mejor que el año pasado”, agregó el jefe de Gabinete en declaraciones radiales, aunque se negó a poner un plazo para la recuperación de las principales variables económicas, que todavía siguen mostrando cifras negativas. 

La economía creció 2,5 por ciento en 2015, pero el año pasado retrocedió 2,3 por ciento debido a la crisis que se generó luego del combo de devaluación y tarifazo que aplicó el gobierno de Mauricio Macri apenas asumió. La promesa inicial del oficialismo fue que la recuperación iba a comenzar a sentirse en el segundo semestre del año pasado, pero cuando quedó claro que eso no iba a ocurrir el gobierno empezó a remarcar que la recuperación llegaría en este 2017, algo que los especialistas consideran factible tomando en cuenta los magros indicadores del año pasado. La meta fijada en el Presupuesto fue 3,5 por ciento, pero en el propio gobierno ya empiezan a reconocer off the record que es probable que no se alcance ese objetivo porque la recuperación es más lenta de lo previsto por ellos. Peña expresó ayer esa cautela, aunque sin referirse a las cifras: “No pasás de terapia intensiva a correr una maratón de un día para el otro”, aseguró, aunque desde la oposición lo cuestionan, pues dicen que la economía nunca estuvo en terapia intensiva, al menos hasta que Macri asumió la presidencia. 

“No hay otro camino que este que estamos haciendo y lo más importante es que este camino está dando resultados parciales en la dirección correcta”, insistió Peña, quien destacó que “la obra pública va tomando velocidad”. “El agua, las cloacas, las viviendas, las autopistas, las rutas, el transporte público también se van a ir acelerando”, sostuvo. 

Peña resaltó la importancia de otras medidas adoptadas por el Gobierno como el reciente anuncio de los créditos hipotecarios a 30 años en pesos indexados por inflación y “la posibilidad de que aparezcan los aviones de bajo costo” que “van a hacer un gran cambio en la Argentina”.

El funcionario también aprovecho para cuestionar al peronismo, principal partido opositor. “Todavía no asumen un rol de poder decir qué hicimos mal, qué aprendimos, por qué dejamos un país con esta pobreza, este fracaso educativo, esta falta de infraestructura”, se quejó Peña que agregó que “necesitamos un peronismo democrático, con más humildad”. 

Sobre la marcha del 24 de marzo, el funcionario consideró que hubo “muchos mensajes contrarios a la idea de la defensa de la democracia”. El jefe de Gabinete afirmó que hace tiempo que “los actos centrales son organizados por fuerzas políticas, dando una discusión de carácter partidaria”. Y agregó que en ese contexto el Gobierno viene optando por “un camino respetuoso y de continuidad de las política de memoria, verdad y justicia”, aunque en los últimos meses desde el oficialismo se intentó transformar el Día de la Memoria en un feriado móvil para alentar la actividad turística y hubo varios funcionarios que pusieron en duda el número de desaparecidos y aseguraron que la dictadura no aplicó un plan sistemático de exterminio, en línea con los grupos radicalizados que reivindican el accionar del gobierno militar.