Uno de los pocos aspectos positivos que dejará la pandemia va a ser el reconocimiento de la invisibilización generalizada de las tareas de cuidado y domésticas durante la normalidad, asumidas mayoritariamente por las mujeres. A partir de la publicación del documento "Hablemos de cuidados", la Mesa interministerial de Políticas de Cuidado que se conformó a principios de este año con representantes de doce ministerios nacionales, abre el juego para canalizar esfuerzos y organizar acciones conjuntas.

PáginaI12 publicó el lunes 27 de julio una nota con una primera aproximación acerca del significado de este concepto nuevo para muchos, la economía del cuidado, a propósito del primer documento publicado por el organismo. Como uno de los principales  actores del cuidado es el Estado, acompañando al mercado y a las familias, el informe realiza una revisión de las políticas que se están llevando adelante en la materia, las cuales se detallan a continuación. 

¿Qué hace el Estado?

El Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad cuenta en su estructura con la Dirección Nacional de Políticas de Cuidado, que gestiona las políticas públicas diseñadas para  reducir, redistribuir, reconocer y remunerar este tipo de tareas. Una de ellas es la coordinación de la Mesa Interministerial para transversalizar el enfoque de derechos e igualdad de género. 

El Ministerio de Economía creó en la actual gestión la Dirección de Economía Igualdad y Género (DNEIyG), con el objetivo de que las políticas económicas tengan perspectiva de género y reduzcan brechas en la redistribución de ingresos y riqueza social. Además, generan y actualizan datos e indicadores económicos y sociolaborales con perspectiva de género. Aporta herramientas para la estimación de la contribución económica de la economía del cuidado y los efectos de género de las políticas públicas. Una de estas es el Presupuesto con Perspectiva de Género (PPG) a través del cual se pueden detectar los esfuerzos del Estado destinados a políticas de cuidado. 

El Anses, que se encarga de ejecutar los servicios de seguridad social que otorga protecciones a lo largo de todo el ciclo de vida, implementó en 2005 una inclusión previsional que provocó gran impacto en la consolidación de autonomía económica y reconocimiento simbólico a mujeres que no habían sido contempladas como legítimas destinatarias de la Seguridad Social por derecho propio, por no aportar al sistema como trabajadoras de la economía formal. Además, gran parte de las acciones de la ANSES se relacionan directamente con la organización del cuidado: desde la gestión de las licencias por nacimiento, las asignaciones por hijos e hijas o las asignaciones escolares.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) creó un registro formal de empleadas de casas particulares (universo mayoritariamente integrado por mujeres) que incluye trabajo referido a tareas de cuidado como la prestación de servicios de limpieza y actividades del hogar. Este registro establece remuneraciones según la categoría que integren, garantiza su protección social a través del goce de derechos laborales como ART, aguinaldo, obra social, licencias y aportes jubilatorios, entre otros. La actual gestión creó la Dirección de Coordinación de Políticas de Género y Derechos Humanos para integrar la perspectiva de género en la formulación e implementación de políticas públicas.

El Ministerio de Trabajo cuenta con dos comisiones, la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades (CTIO) que nuclea al sector sindical, empleador y organismos del Estado para la generación de propuestas de promoción de la igualdad y la equidad de géneros en el mundo del trabajo y la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (Cntcp) que promueve una agenda con trabajadoras de casas particulares que discute los aumentos salariales, impulsa acciones de registración, mejora de las condiciones de vida de las trabajadoras, da capacitación y discute acciones a futuro. 

El Ministerio de Desarrollo Social provee servicios de cuidado que son ámbitos que integran la economía del cuidado, destinados a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, personas con discapacidad y adultos mayores. Además, profesionaliza este tipo de tareas a partir de la oferta de capacitación

El PAMI incorporó con la nueva gestión una Secretaría General de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado que se encarga de controlar los dispositivos locales de cuidados en domicilio y gestionar las prestaciones en residencias y centros de día de adultos mayores desde una perspectiva de género. 

El Ministerio de Educación desarrolla y fortalece el sistema educativo nacional para que la escuela pueda ser el motor de la igualdad. La democratización del acceso al nivel inicial es un paso central para revertir desigualdades y para que las familias, sobre todo mujeres, puedan conciliar cuidado y trabajo

El Ministerio de Salud creó la Dirección de Géneros y Diversidad para promover la implementación de una política sanitaria con perspectiva de género que impulse la transversalización del enfoque y formación permanente y situada en el cruce entre salud y género. 

La vieja y la nueva normalidad están atravesadas por desigualdades económicas, sociales, territoriales y de género. Desde el Estado, se hacen esfuerzos para mitigar estas desigualdades y la Mesa interministerial trabaja para mejorarlas.