A Mel Muñiz no la cansa que le pregunten por qué se enamoró tanto de géneros musicales que, como mínimo, la anteceden entre 50 y 100 años. Y más también. En su casa no sonaba jazz, ni valses ni sones, ni boleros ni rancheras. Sus viejos tiraban para Deep Purple y Los Beatles. "Tampoco está en mis abuelos", aclara. Dice que su "faceta bruja" le insiste en que quizás habitó esos géneros en vidas pasadas. Y da para creerle, porque se mueve en esos terruños con una soltura que impresiona. En los últimos meses, Mel adelantó tres canciones (la última, Apasionadamente, es una guaracha con un vallenato que se adoba de fondo) de su primer disco solista, que saldrá en septiembre.

"Quería que este disco fuera lo más yo posible", describe la cantante, que toca en varios proyectos: La Familia de Ukeleles, un sexteto que hace un rescate emotivo y rockerizado del swing, el blues, el calipso, el folk y la música hawaiana; Bourbon Sweethearts, un trío femenino de swing con arreglos vocales que vuelan a la década del '30, a lo Boswell Sisters; y el quinteto que lidera junto al pianista Rodrigo Núñez.

 

Cuando dice que quería que el nuevo álbum sonara "lo más ella posible" es porque realmente hizo lo que quiso dentro del molde de esos géneros, pero también mezclándolos y colando letras actuales. El disco tendrá diez canciones propias en español, toda una novedad, porque con la Familia y las Bourbon canta casi siempre en inglés. "Buscaba encontrar mi identidad mezclando todo lo que me gusta y tomándome licencias desde la letra y la orquestación caprichosa", explica.

Para los caprichos orquestales la tuvo fácil, porque trabajó con la producción de Juan Pablo de Mendonça, uno de los fundadores de Sonora Marta La Reina y Alegrías de a Peso, y gran estudioso de los géneros latinos. Así se dan frankensteins muy interesantes como una ranchera en la que se mete un arreglo de ocho vientos para detonar el tema "a lo Disney". A veces, en el proceso, terminaron dejando el género patas para arriba y concediendo: "Ya fue, lo metemos, queda hermoso".

"Iba a ser un disco de boleros, y terminó siendo muy soneado", comenta Mel. El álbum abre con una especie de afro-son denso y bien ritualero; y le siguen rumbas, valses, guarachas, boleros (al estilo Los Plateros, con guitarra eléctrica y batería, pero en español), sones cubanos, vallenatos o un swing hawaiano en español con lapsteel (De Mendonca es un experto en este instrumento). Lo valioso de las canciones es que se da una perversión feliz de los géneros que, muy debajo de las capas, Disney y los caprichos, siguen siendo el vector director.

#QuedateEnCasa como Mel Muñiz, que prepara su primer disco solista para septiembre | Foto: Cecilia Salas

El armado del disco comenzó en septiembre del año pasado y, en pocos meses, la cantante ya tenía lista la mayoría de las canciones. "Me inspiré en la posibilidad de tener algo mío, elegir el producto que quería", opina. El cambio de idioma fue importante. "No es que colgué los botines con el inglés, pero quería que el puntapié inicial fuese distinto a lo que todos esperaban escuchar", afirma.

El álbum fue mezclado en febrero, y en principio tenía once canciones. La número 11 es el único cover, pero no quedó en la lista final: una versión bolerizada y chachachizada del tema Stardust (compuesto por Hoagy Carmichael en 1927), grabado con un ciclón de nueve vientos en vivo, y con una letra que el escritor Pedro Mairal adaptó al español.

Cuando arrancó la pandemia, Mel decidió no sacar el disco sino ir soltando las canciones de a poco (presentará la cuarta ahora en agosto) y salir con todo en septiembre. "Nos pareció una linda estrategia", resuelve. El álbum saldrá en forma independiente, pero con distribución editorial de Sony y todo lo audiovisual (tapas de los simples, videolyrics) a cargo de la agencia creativa Arco.

El fin de semana pasado, Mel estrenó en YouTube una live session de Apasionadamente, filmada "con distancia social" en Casa Pedraza, un semillero de orquestas de cumbia y otros palos. "Lo filmamos a una cámara y cuando terminamos no podíamos creer lo que suena", avisa, para terminar de entusiasmarse de acá a septiembre.