Hace dos años, en Catamarca, Barakat Barakat (44) fue condenado a 12 años de prisión, junto a su hermano, Fadel Barakat, por fabricar cocaína y almacenar toneladas de precursores químicos que sirven para la elaboración de este estupefaciente. Ayer el juez federal de Salta Julio Bavio lo procesó por haber financiado el transporte de más de 152 kilos de marihuana y "por ser organizador del tráfico ilícito de materias primas para la fabricación de estupefacientes y sustancias de corte para su adulteración". Y le trabó embargo por $2.500.000. 

En la misma resolución el juez también dispuso el procesamiento de Elías Exeni Vallejos (58), en su caso, por el delito de organizador del transporte de estupefacientes, y lo embargó por $2 milllones. También procesó al jubilado Eduardo Cansino (70), a Jorge Alfredo Moreno (46) y al contador Raúl Eduardo Filipovich (51), por "el delito de comercialización de materias primas y sustancias adulterantes para la fabricación de estupefacientes, con el agravante de haber participado tres o más personas en esos hechos". En el caso de estos tres, el embargo es por $500 mil; además, pero seguirán en libertad. 

Barakat Barakat, que se describe como comerciante de Salvador Mazza, está detenido en el Complejo Penitenciario Federal NOA III, de la ciudad de General Güemes

Exeni Vallejos, que es oriundo de Salvador Mazza y tiene condenas por lavado de activos en Chile, fue detenido a principios de 2018 en el Country Olivos Golf Club, en Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires, en el marco de la desarticulación de una banda que había introducido al país unos 800 kilos de cocaína proveniente de Bolivia. Está detenido en la cárcel de Ezeiza

Sus vínculos con los hermanos Barakat no solo tienen que ver con la vecindad en el pueblo que linda con Bolivia. El 13 de diciembre de 2010 en el pueblo de Icaño, en la provincia de Catamarca, su madre, Victoria Hilaria Vallejos (70) fue asesinada junto a Angel Chamez (76). En la investigación se descubrió una cocina de cocaína en la vivienda. Aunque por ese doble crimen hubo un condenado, la pesquisa que siguió terminó por derivar en la detención de los hermanos Barakat, en 2016, por la fábrica de cocaína, porque aportaban los precursores para el laboratorio. Los dos hermanos y José Luis García Coronado fueron condenados en 2018 en Catamarca por este hecho.

La investigación por la que terminaron procesados ahora se inició en 2018 a requerimiento del fiscal federal Ricardo Toranzos, a cargo de la Unidad de Delitos Complejos, y de los fiscales Eduardo Villalba y Diego Iglesias, de la PROCUNAR. Se trataba de determinar si Exeni Vallejos y Barakat eran parte de la organización criminal que había transportado 152,077 kilos de marihuana, hallados el 3 de mayo de 2014 acondicionados en las ruedas suspendidas de un semi remolque de un camión Mercedes Benz secuestrado en la estación de servicio de la Rotonda de Limache.

Por ese hecho ya se había realizado un juicio y había condenados, pero el Tribunal Oral en lo Federal Criminal 1 de Salta había señalado en su sentencia que podía haber otros implicados. 

La punta de esa investigación había sido una denuncia de la Secretaría de Programación para la Prevención y Lucha contra el Narcotráfico contra (Sedronar) que dio cuenta de “actividades irregulares” llevadas a cabo por Moreno, quien se encontraba inscripto en el Registro Nacional de Precursores Químicos.

La marihuana encontrada estaba a punto de ser trasladada a las minas ubicadas en el Salar Río Grande, en la Cordillera de los Andes, cuya explotación estaba a cargo de las firmas Minera Río Grande SA y Minera La Puna SA. Filipovich y Casino tenían acciones de la primera firma. La investigación determinó que desde ahí iba a ser ingresada a Chile, que Exeni Vallejos había organizado "dicha maniobra criminal desde su lugar de reclusión en la República de Chile" y que Barakat Barakat la había financiado con el aporte de 12.000 dólares, y además había pagado las solicitudes de inscripción de Filipovich y de Moreno en el Registro, y también la compra de esos precursores. 

Gerencias narco criminales 

Los fiscales plantearon, y el juez coincidió con ellos, que la organización tenía un funcionamiento similar a una empresa de objeto ilícito en la que coexistían dos “gerencias narco criminales”

Por un lado, estaba la “gerencia de estupefacientes” liderada por Exeni Vallejos y Carlos Antonio Silva y financiada por Barakat y que se dedicaba a concretar las maniobras de tráfico de sustancias estupefacientes y sus empleados eran Filipovich y los condenados en la causa que ya llegó a juicio: Cansino, Moreno y Juan Pablo Paso, Víctor Hugo Drews; Miguel Ángel Eritivo y Néstor Eduardo Maya.  

Por lado operaba la “gerencia de sustancias químicas” liderada y financiada por Barakat y que se dedicaba a traficar ilícitamente materias primas para la fabricación de estupefacientes y sustancias para su adulteración. En este caso los empleados eran : Cansino, Moreno y Filipovich.

Pero en realidad se trataba "una sola organización narcocriminal con dos objetivos bien definidos", que también estableció conexiones con otras organizaciones criminales. La actividad se vio favorecida por "la organización criminal liderada por el ex juez Raúl Juan Reynoso", que hasta le proporcionó a Barakat información sobre las investigaciones en su contra. 

Para facilitar la compra de los precursores químicos, que también se llevaban a Bolivia para su venta, la banda había previsto que algunos de sus integrantes se inscribieran en el Registro Nacional de Precursores Químicos. En 2009 lo hizo Filipovich, pero se apuró y compró 150 kilos de permanganato de potasio antes de que su solicitud de inscripción fuera aprobada por el Registro. Encima lo guardó en su propia casa, la Policía la descubrió y el Registro lo denunció. Al año siguiente se inscribió Moreno. 

La sociedad con Reynoso

En el procesamiento se recuerda el vínculo que existió entre la banda de los hermanos Barakat con la que lideraba el condenado ex juez Raúl Reynoso. Incluso se señaló la dificultad para investigarlo debido a que había sido informado de que sus teléfonos estaban intervenidos en 2012. En cuanto el entonces juez Reynoso fue informado de esta decisión, Barakat dejó de usar los números intervenidos.   

En 2019 Reynoso fue condenado a 13 años de prisión por el Tribunal Oral N° 1 de Salta por conceder beneficios a narcotraficantes a cambio de coimas. 

En el procesamiento se recordó una denuncia del ex presidente de la Cámara de Comercio de Salvador Mazza, Héctor Antonio Navarro, en la que se investiga a Reynoso por haber habilitado a Barakat Barakat “a comercializar durante cinco meses aproximadamente ochocientos camiones de maíz” a Bolivia.

Navarro sostuvo que era “vox populi en Orán y en Salvador Mazza que quienes obtuvieron resoluciones favorables pagaron importantes sumas de dinero” y siempre se presentaron con los mismos abogados, entre los que mencionó a Arsenio Eladio Gaona, que estaba con Barakat. Gaona fue procesado como uno de los abogados que solicitaba las coimas para su entonces cuñado, Reynoso. Durante el juicio oral se escapó y permanece prófugo de la Justicia. 

El juez Bavio destacó que el 25 de marzo de 2013 hubo comunicaciones telefónicas entre Barakat y Gaona. Y dado que el otro día Barakat le advirtió a Cansino que no podía hablar, entendió que se había enterado de la escucha ordenada por la justicia y consideró que "es razonable considerar que Arsenio Eladio Gaona le pudo haber brindado esa información a Barakat Barakat el día anterior". 

En la investigación contra Reynoso también se incorporó el testimonio del ciudadano francés Bernard Paul Vuillermet, que dijo que una semana después de haber sufrido un allanamiento ordenado por el entonces juez, lo llamó Barakat y le dijo que trabajaba en la frontera "para el juez Reynoso del Juzgado Federal de Orán y que le habían encomendado llamarlo para pedirle un millón de pesos a cambio de solucionarle el problema".