Showbiz Kids       6 puntos

Estados Unidos, 2020

Dirección y guion: Alex Winter.

Duración: 95 minutos.

Estreno en HBO Go y Flow.     

La fama tempana suele causar estragos. La sentencia puede sonar a lugar común, pero se necesitan muchísimas manos para enumerar la cantidad de estrellas infantiles cuyas vidas sufrieron toda clase de descalabros. Showbiz Kids comienza con un breve recorrido por el Paseo de la Fama de Hollywood, las imágenes de Shirley Temple, Mickey Rooney y Jackie Coogan –entre otras súper figuras de pequeño tamaño del pasado– superpuestas a las baldosas de la célebre vereda. El documentalista Alex Winter, responsable de largometrajes como The Panama Papers, conoce perfectamente el paño: sus primeros pasos en el mundo del espectáculo fueron sobre las tablas, en producciones de Broadway como El rey y yo y participaciones en películas como Que no se enteré mamá, antes de comenzar una prolífica carrera como realizador en la adultez.

Si bien Showbiz Kids tiende a centrarse en actrices y actores más cercanos en el tiempo, la centenaria Diana Serra Cary, más conocida en los años 20 como Baby Peggy y fallecida hace algunos meses, recuerda su fulgurante y fugaz estrellato en los estudios Universal, y de cómo su crecimiento biológico terminó transformándose en el peor enemigo. El suyo es un caso paradigmático, que tiene un correlato en tiempos recientes en figuras como como la de Mara Wilson, quien relata en primera persona los placeres y dolores de ser una celebridad infantil reconocida en todo el mundo. Durante los años de Papá por siempre, Matilda y Milagro en la calle 34, la trilogía de títulos que hizo de su rostro uno de los más reconocibles de los años 90, se fusionaron el esfuerzo frente a las cámaras con las comodidades adquiridas, un pozo vertiginoso en el cual resulta difícil hacer pie.

Hay un material de archivo impactante que la tiene como protagonista: durante una entrevista televisiva, la chica pierde en cámara uno de sus dientes y la mezcla de sorpresa y vergüenza, al punto de las lágrimas, termina siendo una metáfora muy poderosa de esa delgada cornisa sobre la cual suelen caminar los chicos del mundo del espectáculo. Uno de los entrevistados más claros a la hora de delinear las luces y sombras de la profesión es Henry Thomas, el nene de E.T., el extraterrestre. El registro del casting para la película, con la voz de Spielberg dando instrucciones, es un momento de increíble intensidad cinéfila, pero lo más interesante es la descripción de la consecución de una carrera más allá de los hits de infancia. Algo similar puede decirse de la participación de Will Wheaton (compañero de pantalla de River Phoenix en Cuenta conmigo) y la ucraniana Milla Jovovich. En cierto momento, el intercambio de voces generado por el montaje discute sin pelos en la lengua cuestiones problemáticas como los límites de la fama, la soledad de esos “bichos raros” o las dificultades para moverse en sociedad.

Otro apartado interesante es de Blanco y negro: el único sobreviviente de la troupe juvenil de la famosa sitcom, Todd Bridges, relata su experiencia profesional y problemas personales, recordando a sus colegas Gary Coleman y Dana Plato. Cameron Boyce, fallecido recientemente luego de un ataque de epilepsia, cuenta cómo fue el paso de chico Disney a ídolo teen y la actriz Evan Rachel Wood introduce el tema de los abusos sexuales y los casos de pederastia en la industria del espectáculo. Sin dejar de ser un típico exponente del documental de cabezas parlantes, la inteligente construcción narrativa de Winter logra que los diferentes interlocutores “dialoguen” entre sí, al tiempo que la cámara sigue a una madre y su hijo en una serie de audiciones y coachings actorales. ¿Logrará ese ignoto chico formar parte de la lista de futuros showbiz kids o será un integrante más del 99 por ciento de jóvenes que nunca lo logran? De una u otra manera, el show debe continuar.