El gobierno porteño y el Ministerio de Educación nacional desmintieron que esté definida la vuelta a clases presenciales en las escuelas de la Ciudad desde inicios del mes que viene, después de que trascendiera un borrador elaborado por la cartera educativa local. El plan proponía retomar la actividad presencial con una población de alumnos acotada, en principio, a unos 5 mil estudiantes que desde el inicio de la cuarentena quedaron fuera del sistema por problemas de conectividad u otras razones. La propuesta aún no está cerrada y ni siquiera fue discutida formalmente con las autoridades nacionales del área, según confirmaron a PáginaI12 desde la cartera que encabeza Nicolás Trotta. Sólo había sido mencionada, entre otras opciones, en charlas informales.

"Estamos estudiando distintas alternativas para empezar de forma muy gradual, pero no están definidos los tiempos ni el cómo", señalaron fuentes del gobierno porteño, después que se difundiera el borrador elaborado en la calle Uspallata.

El borrador en cuestión plantea el reinicio de la actividad presencial, a partir del 7 de septiembre, en las escuelas públicas porteñas donde se hayan registrado alumnos que resultaron excluidos desde marzo, cuando comenzaron a dictarse las clases a distancia. El relevamiento de la Ciudad indica que hay al menos 3525 estudiantes del nivel secundario que dejaron de tener contacto con sus escuelas desde la suspensión de las clases presenciales, y al menos otros 1609 alumnos del nivel primario en la misma situación. Si la situación no se revierte, sería una deserción récord para el sistema.

En simultáneo, los funcionarios porteños proponen allí que las mismas escuelas pongan en funcionamiento gabinetes tecnológicos para los estudiantes sin conectividad, para que puedan seguir las actividades pedagógicas virtuales. Y para la segunda mitad del mes que viene, la idea sería que retomen la actividad en las escuelas los alumnos que este año deberían concluir el ciclo primario o el secundario, es decir los alumnos de séptimo grado y los de quinto año. En todos los casos, el borrador propone una presencialidad que alterne días de concurrencia a la escuela (de martes a jueves), manteniendo la distancia interpersonal, con días de actividad desde los hogares (la semana siguiente a la semana presencial).

Tanto los voceros del gobierno porteño como los del Ministerio de Educación de la Nación confirmaron que se trata sólo de una propuesta todavía extraoficial en la que trabajan los funcionarios de la Ciudad. Las chances de que se avance en esa dirección van atadas a la evolución de la pandemia, que sigue teniendo al AMBA como epicentro de los contagios en el país.