El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un decreto que cumple con sus promesas de campaña y da marcha atrás con medidas contra el cambio climático adoptadas por su predecesor Barack Obama, en un acto en el que proclamó el inicio de una “nueva era” para la producción energética del país. Las medidas no incluyen de momento la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, alcanzado en diciembre de 2015, ratificado el año pasado por un total de 195 países.

Una pieza clave del decreto de Trump, firmado en la sede de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por su sigla en inglés) en Washington, es que elimina el requisito de que las agencias del gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones. 

En la ceremonia, el presidente republicano declaró que la “guerra al carbón” terminó y prometió la cancelación de regulaciones del gobierno federal que están “matando empleos”. Además, Trump anticipó una “nueva revolución energética” y “una nueva era” centrada en fomentar la producción nacional. 

El decreto, llamado “Orden Ejecutiva de Independencia Energética”, tiene el objetivo de eliminar el Plan de Acción del Clima, que recortaba las emisiones de gases contaminantes por el sector del carbón. El decreto rescindirá al menos seis medidas contra el cambio climático aprobadas por Obama, entre ellas una de 2013 que ordenaba a todas las agencias del gobierno que se preparasen para este flagelo.

Con este decreto, Trump efectivamente pretende reescribir las directrices que regulan las emisiones de carbono en Estados Unidos y que, según él, causaron una sangría de puestos de trabajo, además de lograr la ansiada autonomía energética. 

“El gobierno anterior devaluó a los trabajadores con sus políticas. Nosotros podemos hacer las dos cosas, proteger el medioambiente y crear trabajo para la gente”, afirmó hoy un funcionario de la Casa Blanca que pidió no ser identificado, antes de la firma del decreto. “Pero creo que el presidente fue muy claro con que no va a implementar políticas de cambio climático que pongan en riesgo la economía estadounidense”, agregó.