Un hombre de nacionalidad iraquí provocó múltiples accidentes de tránsito en una autopista de Berlín y la fiscalía alemana investiga si se trató de un atentado terrorista. Debido a los impactos, seis personas resultaron heridas y tres de ellas permanecen en grave estado. El joven de 30 años circulaba por la autopista A100 cuando chocó primero con un bombero que viajaba en moto. La víctima tuvo que ser reanimada en la autopista y trasladada al hospital, donde la operaron y permanece en estado crítico. El conductor, que manejaba un auto negro, luego impactó a otras dos motos. Testigos presentes en el lugar dijeron que el sospechoso se bajó del auto después del último choque al grito de "Alá es grande", y advirtió: "Que nadie se acerque más o morirán todos". 

El joven amenazaba con detonar un supuesto explosivo, aunque los agentes que lo redujeron revisaron una caja que dejó en el techo del auto y sólo encontraron herramientas. En el baúl del Opel Astra negro que conducía tampoco había ningún artefacto peligroso y no se encontraron rastros de explosivos. Según la fiscalía, los choques tendrían "motivaciones islamistas". Las autoridades también indicaron que el joven iraquí podría sufrir problemas psiquiátricos. El sospechoso permanece detenido por intento múltiple de asesinato. 

Aunque son más las dudas que las certezas, el hecho trajo el recuerdo del atentado de 2016 en Berlín a manos del Estado Islámico (EI), cuando un camión atropelló a varias personas dejando un saldo de 12 muertos.

"En estos momentos de la investigación partimos de un atentado islamista. No se puede descartar un trasfondo religioso. Eso nos lo tendrá que revelar la investigación. Tenemos que partir de la base de que los accidentes fueron provocados intencionadamente", declaró el secretario del Interior de la ciudad de Berlín, Andreas Geisel. El funcionario agregó que el hecho de que el sospechoso posiblemente tenga problemas psíquicos "no facilita la cosa" y que "cuando los problemas personales se mezclan con ideas de carga religiosa, esto puede llevar a acciones incontrolables".

"Los hechos ocurridos el martes muestran de forma muy dolorosa cuán vulnerable es nuestra sociedad libre", señaló Geisel, quien subrayó la necesidad de ser conscientes de que Berlín "sigue estando en el foco del terrorismo islamista", por lo que el esfuerzo conjunto debe concentrarse en evitar atentados extremistas.

El fiscal Martin Steltner informó a la prensa que se está averiguando si el individuo tenía vínculos con grupos terroristas o si hubo otras personas involucradas en el crimen. Steltner indicó que los investigadores recibieron pistas de que el sujeto tuvo contactos con otros extremistas. El joven iraquí habría revelado sus planes en Internet y publicado fotos del auto con el que provocó intencionalmente los tres graves accidentes, así como varios lemas islamistas, de acuerdo a la investigación.

Poco antes de las 19 horas locales del martes, un hombre de 30 años a bordo de un auto perpetró en la autopista urbana de Berlín "ataques dirigidos contra otras personas" que circulaban por el carril, especialmente conductores de motos, reveló la Fiscalía local. Seis personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, cuando el sospechoso chocó contra varios vehículos en tres puntos a lo largo de un tramo de la autopista de la capital alemana. 

En una de las salidas de la autopista, a la altura de Tempelhof, el joven iraquí frenó su vehículo y salió del mismo al grito de "Allahu Akbar" (Alá es grande), al tiempo que aseguró que portaba en el coche un objeto peligroso. "Que nadie se acerque. Si no morirán todos", amenazó, según informaron testigos al diario Bild

Acto seguido, el hombre puso una caja en el techo de su Opel Astra color negro, alegando que tenía explosivos adentro. Pero los especialistas abrieron la caja y solo encontraron herramientas. Para verificar el contenido de la caja, la policía tuvo que interrumpir varias horas la circulación en esta autopista muy frecuentada, lo cual provocó un importante embotellamiento. El joven fue detenido inmediatamente por la policía.

Las autoridades alemanas se mantienen en estado de alerta debido a la amenaza islamista que se cierne sobre el país, sobre todo desde el atentado perpetrado en 2016 en Berlín por el Estado Islámico (EI), con un camión que embistió a varias personas y dejó 12 muertos. Ese ataque yihadista es el más cruento cometido en territorio alemán. Desde entonces, las autoridades abortaron una decena de intentos de atentados, dos de ellos en noviembre de 2019. 

Desde 2013, el número de islamistas considerados peligrosos en Alemania se multiplicó por cinco y actualmente ronda los 680. La canciller alemana, Angela Merkel, es a menudo un blanco de los ataques de la extrema derecha, que la acusan de haber contribuido a estos atentados al abrir sus fronteras a centenares de miles de refugiados y migrantes desde 2015.