La empresa de quesos Magnasco cerró su planta de distrito Santa Isabel, en la provincia de Santa Fe. Los directivos de la firma enviaron 26 telegramas de despidos a sus operarios, que desde el lunes se quedaron sin su fuente laboral. El caso de Magnasco se suma a la fábrica de quesos Chateubriand en Carmen, La Serenísima en Rufino y SanCor. Tanto en Santa Isabel como en la localidad vecina de María Teresa viven unas 4500 personas. “Esta gente no se podrá reinsertar fácilmente al mercado laboral con el consabido deterioro en el tejido social de cualquier comunidad chica. Esta situación es compleja. Lo que vemos es que el país se está cayendo a pedazos como consecuencia de las políticas nacionales. Esta fábrica no es la excepción”, dijo la intendenta de María Teresa, María Cristina Gómez. 

Otra fábrica de quesos en crisis es Chateaubriand, ubicada en la localidad vecina de Carmen, en donde fueron despedidos 17 operarios. El conflicto se encuentra bajo el amparo de la conciliación obligatoria pero la falta de posibles compradores auguran un final negativo para los trabajadores.

Federación Agraria reclamó ayer una serie de medidas para paliar la situación del sector lechero, como la creación de un fondo rotatorio para la asistencia de los tamberos, creación de un Instituto de Promoción Láctea que trabaje el tema del precio mínimo sostén, sanción de una nueva ley de contratos agrarios y una reforma tributaria. “La sociedad en su conjunto está pagando toda la distorsión de la cadena láctea derivada de la concentración económica”, dijo la entidad.