En las Ciencias Económicas se suele estudiar la dinámica de la producción de bienes y servicios, sin restricciones y desprovista de tensiones distributivas. Ni mucho menos se estudia la manipulación de los grupos de poder tendiente a debilitar la participación de los sectores más débiles. 

Desde luego la cuestión del empleo se naturaliza al punto de sostener que el crecimiento de la economía nos acerca a la plena ocupación. Sin embargo, este objetivo suele chocar con la idea de maximizar ganancias mediante bajas salariales. Un mayor desempleo ayuda a bajar salarios. Quizás este último punto constituye uno de los mayores interrogantes relativo al estado de situación en el que se maximiza el beneficio de las grandes empresas. 

La mayor producción permite bajar la incidencia de los costos fijos por unidad de producto. Pero a su vez la baja de salarios en la mayoría de las actividades resulta más potente que el beneficio global que emerge del derivado de la menor incidencia de los costos fijos. Si se puede mantener una baja salarial con incremento de la producción estaríamos en el óptimo empresarial. Debemos tener en cuenta que las crisis permiten implementar más fácilmente flexibilizaciones laborales. 

De esta última idea se puede inferir que muchas crisis son provocadas. Por ejemplo las crisis cambiarias que se producen por falta de divisas. En ese caso los grupos de poder abogan por la derogación de los controles cambiarios. Ello les permite fomentar el ingreso de divisas provocando la baja del tipo de cambio real y cuando perciben que la devaluación es imperiosa, por los recurrentes déficits externos que produce el tipo de cambio bajo, toman crédito en pesos para convertirlos en dólares y fugarlos. 

 En resumen, los grupos de poder principalmente apuntan a:

1. Desregular el comercio exterior para que la importación de bienes más baratos que los locales obligue a reducir costos, especialmente laborales e impositivos. La excusa es el librecambismo que se práctica a nivel mundial. Esto es falso.

2. Liberalizar el mercado cambiario para que se produzca una crisis de divisas que provoque un ajuste severo. La idea es facilitar la venida de capitales. 

3. Aumentar desmesuradamente la tasa de interés para potenciar la ganancia de los bancos en detrimento de las pequeñas empresas. La idea complementaria es atraer capitales externos. 

4. Eliminar los controles de valores de exportación e importación. Esto favorece la sub y sobrefacturación. 

5. Prestar a las grandes empresas y retacearle a las pequeñas. Esto favorece la concentración. Estas y otras medidas análogas incrementan las ganancias de los grupos de poder. 

Al respecto debemos tener en cuenta que lo que otros ganan forma pérdidas del resto. Léase trabajadores y pequeños empresarios. Esto se conoce como distribución del ingreso.

* Economista.