Luego de la sentencia judicial que imposibilitó a Rafael Correa participar en las elecciones, su fuerza política eligió al periodista Carlos Rabascall como candidato a vicepresidente. El exmandatario lo calificó como progresista, cercano a su partido y vinculado a sectores empresariales. Rabascall, ingeniero de 59 años, trabajó desde el 2004 en el canal público Ecuador TV. Renunció en 2017 tras haber denunciado presiones del gobierno de Lenín Moreno. Ahora, encabezará junto al economista Andrés Arauz la fórmula del frente Unión por la Esperanza (UNES). En paralelo la derecha ecuatoriana cierra filas trás la figura del banquero Guillermo Lasso. Para David Suárez, analista político del Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES), con esta alianza el anticorreísmo está logrando consolidar un frente único. “Desde la década del 80 la derecha no lograba una coalición de este tipo”, sostuvo Suárez.

Rabascall: El periodista crítico

El encargado de dar la noticia sobre la candidatura de Rabascall fue el propio Correa. “Después de varias consultas con los aliados, decidimos que mi reemplazo como candidato a la vicepresidencia será Carlos Rabascall", escribió en redes sociales el expresidente. La candidatura del periodista se produjo luego de que la justicia ecuatoriana ratificara la condena por cohecho agravado contra Correa y el exvicepresidente Jorge Glas. La sentencia además los imposibilitó para desempeñar funciones públicas. Luego de presentar la candidatura de Rabascall el expresidente se refirió a la decisión de la Justicia. “Están desesperados porque saben que vamos a arrasar en las urnas y no sabrán dónde esconderse por lo que están haciendo”, sostuvo el líder de la Revolución Ciudadana (RC).

Rabascall es oriundo de Guayaquil donde se recibió de Ingeniero Comercial en la Universidad Católica. Durante los últimos años trabajó en comunicación estratégica y consultoría política desde su empresa Rabascall Comunicación. Dentro de la actividad pública fue miembro del Consejo Nacional de Modernización del Estado. Trabajó en periodismo desde 2004 en la televisión pública de Ecuador. En 2016, la Confederación Nacional de Periodistas le entregó un premio por su labor como entrevistador. Para Suárez, con esta candidatura el correísmo buscó apelar a una figura identificada por sus críticas al expresidente. “Rabascall se hizo conocido en un momento muy militante de los medios públicos durante la presidencia de Correa. Sin embargo él mantuvo sus críticas hacia el gobierno y ocupó un lugar de independencia periodística”, indicó el sociólogo. Además señaló que tanto su candidatura como la de Arauz manifiestan un intento de renovación dentro de la RC. “Ninguno de los dos pertenece a la militancia dura del partido. Presentaron una fórmula de figuras nuevas con un pasado no tan visiblemente político. El problema del correísmo no es el voto duro que ya le asegura un 15 o 20 por ciento. Sino cierto sector de la sociedad que manifiesta una antipolítica. Las figuras de Arauz y Rabascall podrían capturar ese voto”, dijo el sociólogo.

Durante la presentación de su candidatura el ingeniero señaló la necesidad de recuperar el estado de derecho en Ecuador. “Tenemos que construir una sociedad de bienestar basada en la recuperación de una Justicia autónoma, independiente de la política, que no persiga a líderes políticos nacionales”, dijo el candidato. Luego el periodista puso el foco en la crisis económica que atraviesa el país. “Hoy vengo ante ustedes para decirles que esta angustia y desesperanza que estamos viviendo está próxima a terminar; que el despertar del mañana se vislumbra tan cercano como esperanzador. Nuestro Ecuador merece mejores tiempos”, expresó Rabascall.

El miércoles el Consejo Nacional Electoral (CNE) eliminó al partido Fuerza Compromiso Social con el que originalmente el correísmo había intentado inscribirse en las elecciones. El CNE argumentó que no habían presentado el número de firmas necesarias para registrarlo. Al ver que la situación decantaría hacia este desenlace el correísmo había recurrido al partido Centro Democrático para poder participar en las elecciones. Para Sánchez se trató de una alianza de urgencia que dañó al correísmo puertas adentro. “Al no participar con su movimiento tuvieron que ceder puestos y candidatos a la Asamblea. Postergaron a su militancia más dura y eso generó mucho malestar”, sostuvo el sociólogo.

La avanzada de derecha

Del otro lado, la oposición se aglutina detrás de Lasso. El candidato, también nacido en Guayaquil, es uno de los principales accionistas del banco más importante de la ciudad. Para las elecciones del próximo 7 de febrero estableció una alianza con el Partido Social Cristiano, liderado por Jaime Nebot quedurante diez años estuvo al frente de la gobernación de Guayaquil. En 2019 entregó el cargo a otra integrante de su partido, Cynthia Viteri. Para Sánchez la elección del año que viene se va a dar en términos de correísmo/anticorreísmo. "Es la primera vez en décadas que la derecha cede sus espacios tradicionales de participación política y se agrupan detrás de un candidato. Estamos ante un pacto político de las élites. Lasso representando al sector financiero, y los socialcristianos a los sectores del agro", sostuvo el analista. Además señaló que una vez en el poder esta alianza buscará llevar a adelante el programa de Nabot. "El pacto implícito de esta unión contempla la privatizacón de la seguridad social, y reformas a la Constitución de 2008, para volver al Estado neoliberal previo al gobierno de Correa", dijo el analista.

Por otro lado, intentado también articular ciertas críticas a la RC aparece el partido del movimiento indígena Pachakutik. El candidato de este sector es Yaku Pérez que en las elecciones de 2017 había apoyado la candidatura de Lasso. Para Sánchez este sector intenta recoger parte del voto antisistémico desde una óptica de izquierda. “Sin embargo desde hace décadas este partido, que integra a sectores del movimiento indígena, fue mutando hacia posiciones de acuerdo con la derecha. Ahora presenta un programa ecologista, pachamamista, pero todavía es una incógnita su programa económico”, sostuvo el sociólogo.

Informe: Juan Manuel Boccacci