“La pandemia no pasó”. Con esa frase del gobernador bonaerense Axel Kiciloff dejó en claro que la “cuarentena intermitente” continuará por dos semanas más en la provincia y con el sistema de fases –pese a la rebeldía de algunos intendentes de Juntos por el Cambio– para dos regiones bien diferenciadas. Los 35 municipios del conurbano seguirán con las mismas restricciones del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), aunque a partir de ahora se autorizaron las obras de construcción con hasta 15 trabajadores al mismo tiempo, con protocolo determinado y transporte propio. Mientras que los restantes 100 municipios del interior mantendrán el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DSPO), donde solo 18 se mantienen en la fase 5 de mayor apertura y otros 7 han retrocedido de fases en la última semana por el aumentos de contagios de coronavirus. Los cambios de fases de cada municipio se evaluarán todas las semanas junto a los jefes comunales.

Durante el anuncio realizado en La Plata, Kiciloff describió con detalles y números la fuerte inversión en el sistema de salud provincial (“más de 22 mil millones de pesos”) durante estos seis meses de pandemia, lo que permitió que “de momento nadie se ha quedado sin la atención médica que es su derecho tener” y “salvar miles de vidas”. Pero enseguida advirtió que “estamos en un momento muy delicado porque el virus se sigue expandiendo y nos agarra indudablemente cansados, a todos, y es la peor combinación, porque es una amenaza que avanza y no tenemos que aflojar”. 

El gobernador también dio cifras de la pandemia en la provincia: “En los 35 municipios del conurbano se ha observado una relativa estabilidad de los casos, incluso una leve baja. Estábamos en más de 5 mil casos hace tres semanas, ahora hay 4750 casos promedio, una leve baja pero a niveles inmensamente altos. La situación es grave”, insistió. “El objetivo es bajar los casos porque las estadísticas son inexorables, uno de cada 50 casos termina en un fallecimiento. A mí no me gusta llamar a esto 'meseta', el éxito es que los casos bajen y los casos no bajan si no tomamos recaudos intensos o si damos la impresión de que la situación mejora”, advirtió también.

En cambio, prefirió la imagen del altiplano para graficar este presente: "siempre al mismo nivel pero a 4 mil metros de altura". "Es importante entender esto porque, dada la gravedad de la situación, no creemos que la solución sea flexibilizar, abrir de manera masiva y sistemática. Lo haremos cuando los casos bajen”, describió Kiciloff junto a su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el ministro de Salud, Daniel Gollan.

Durante la rueda de prensa, Kiciloff evitó confrontar con las decisiones de apertura que adopta la Ciudad de Buenos Aires en medio de la pandemia. “No soy quién para ponerme a criticar”, respondió, y acotó que “es muy difícil comparar jurisdicciones” porque “la situación estructural del conurbano es muy distinta”.

Antes, el gobernador había valorado que “pudimos trabajar colectivamente con intendentes de nuestro espacio y de otros espacios políticos, con dirigentes de diferentes fuerzas, con el jefe de Gobierno de la Ciudad, con el Presidente. Pudimos trabajar unidos a pesar de las diferencias. Yo le otorgo muchísima importancia a que en el terreno sanitario pudiéramos dejar de lado las diferencias”.

El gobernador insistió en que “tenemos hoy un horizonte que es la vacuna”, y que algunas de esas posibles vacunas “también se producen y testean en la provincia”. Al tiempo que recordó que en territorio bonaerense “pudimos seguir produciendo lo esencial. La provincia siguió trabajando en sus industrias para producir alimento, equipamiento, medicamentos, y eso se hizo con responsabilidad, con protocolos, con control del Estado y con colaboración inmensa de trabajadores y empresarios de la provincia”. Una colaboración que extendió a trabajadores y empresarios de la construcción privada, que ahora habilitó para el conurbano.

Inversión

Kicillof destacó la inversión de la provincia durante la pandemia y detalló la compra de 19 millones de kits sanitarios, 13 millones de barbijos y la inversión de más de 22 mil millones de pesos en el sistema de salud. Además de 12 mil test PCR y 119 mil llamados para testear y rastrear casos. "Siempre digo números porque tengo tantos números, que puedo elegir", agregó Kicillof, quien recordó que con 3300 tratamientos con plasma de pacientes recuperados “hemos sido pioneros en la provincia".

A pesar de la deuda y la escasez de recursos “pudimos hacer en Buenos Aires la mayor inversión de la que la provincia tenga memoria", celebró el gobernador: "Lo que no podemos hacer es aflojar ahora. Sé que es difícil, pero les pido que sigamos cuidándonos entre todos".

Clases

Respecto de los festejos del 21 de septiembre, el gobernador exhortó a los jóvenes a tener cuidado, “a no incurrir en descuidos”. “Hoy todos conocemos a alguien cercano que contrajo la enfermedad y, muchos de ellos, declaran no haberse descuidado. Pero un pequeño descuido puede terminar en una tragedia”, advirtió.

En cuanto a la eventual reanudación de las clases al aire libre, tal como lo adelantó la Ciudad de Buenos Aires, el gobernador aclaró que la provincia de Buenos Aires no tiene 6 mil estudiantes con problemas de conectividad y que hayan perdido el vínculo con la escuela, “nosotros tenemos una población mucho más grandes, somos el 40% de la población del país, y hemos hechos esfuerzos desde el principio para que nadie pierda su conectividad. Quien no puede acceder a través de la computadora, accede a la educación a través de cuadernillos”.

“Entendemos –agregó- que, a pesar de todos los esfuerzos, nada reemplaza la presencia de la escuela. Pero hemos decidido que nadie corra ningún riesgo. Si durante los años anteriores se hubiesen repartido las computadoras del plan Conectar Igualdad, hoy no habría tanta falta”.

Comparaciones

Ante la consulta acerca de los reclamos del sector gastronómico y los incumplimientos "tácitos" de bares y restaurantes en varios municipios del Conurbano, el gobernador reconoció que "como toda norma general, uno sabe que puede haber incumplimientos”. “Nuestra situación epidemiológica, sanitaria, social y económica en el Gran Buenos Aires es difícil de comparar con la Ciudad de Buenos Aires", reconoció. "Tenemos seis veces más de habitantes, más kilómetros cuadrados, problemas de accesibilidad", recordó.