El gobernador Omar Perotti anunció el viernes --junto con la continuidad de las restricciones-- una serie de acciones tendientes a aliviar la situación de diferentes sectores afectados económicamente por la pandemia. La idea es ir desactivando potenciales conflictos, no solo en términos de continuidad laboral sino que atentan contra las pautas de distanciamiento en la medida que se convocan marchas y protestas. A partir de hoy mismo, según anunció el mandatario provincial --y remarcó el intendente Pablo Javkin-- se reactivarán contactos con diferentes sectores de la actividad económica para asistirlos con subsidios y otras variantes.

El reclamo económico por las restricciones de actividades producto de la pandemia es más que visible en Santa Fe. Los distintos rubros reciben ayuda gubernamental de distintas maneras, pero manifiestan que no les alcanza, e incluso señalan que “nadie nos ayuda”. Sin embargo, desde el gobierno provincial se sostiene que "se han girado millones". Un ejemplo son los jardines de de infantes que señalan haber sido “olvidados”. El Estado santafesino ha transferido unos 54 millones de pesos para estas instituciones. Nadie está faltando a la verdad: es cierto que no es suficiente pero además los funcionarios de las distintas áreas están advirtiendo que son sectores que no tienen la cultura de recibir ayuda del Estado y hasta, a veces, la interpretan con una visión negativa. Una situación diferente a lo que se advierte en vastos sectores sociales que reciben, desde hace años, subsidios estatales.

Puede verse que mientras unos dan la pelea por subsistir, por no cerrar, los otros pugnan por algo más elemental y urgente como es un plato de comida sobre la mesa. Las realidades son diferentes pero la sociedad es una sola, y el Estado también.

El ministro de Desarrollo Social de la provincia, Danilo Capitani, es contundente al afirmar que “seguimos creciendo en inversión social” y apuntó que en el marco de la pandemia ya se ejecutó “un 100 por ciento más que el año pasado en ayuda social”. Capitani recuerda que “esa ha sido una directiva muy concreta de parte del gobernador Omar Perotti, una decisión política que hoy nos permite llegar a tantos santafesinos y santafesinas que necesitan subsistir y atravesar esta pandemia”.

En los barrios de Rosario la situación, más allá de la violencia derivada de la inseguridad, se mantiene medianamente estable producto de la alta inversión social del gobierno. “Somos conscientes de que la pobreza aumentó en todo el país y que las cifras serán altas a fin de año producto de la pandemia”, dijo el secretario de Políticas de Inclusión y Desarrollo Territorial de la provincia, Fernando Maziotta.

“Hemos crecido en forma constante en la ayuda que llega a los sectores más necesitados todos estos meses”, apuntó el funcionario y expone las cifras oficiales: un corte al 11 de septiembre pasado indica que las personas asistidas con alimentos en toda la provincia ya alcanzan a los 900 mil habitantes. En Rosario, es obvio, se concentra la mayor cantidad de personas asistidas.

Hasta los primeros días de septiembre se han entregado en la ciudad de Rosario un total de 207.256 módulos distribuidos de la siguiente manera: 

-Operativos Puerta a Puerta: 109.795 módulos alimentarios y de higiene entregados. A lo largo de 95 jornadas, desde el 25 de marzo hasta el 11 de septiembre. Recorriendo un total de 104 barrios. 

-Módulos entregados a Instituciones: 51.008 módulos alimentarios y de higiene entregados a más de 150 instituciones, organizaciones civiles y religiosas. 

-Situaciones particulares: 46.453 módulos alimentarios, de higiene o elementos de abrigo entregados a particulares. La mayoría de estas situaciones han sido atendidas a través de un 0800 destinado específicamente a las situaciones de urgencia particulares.

Hacia fines de junio, previendo la llegada de las bajas temperaturas, la Secretaría adquirió frazadas destinadas a las poblaciones más vulnerables. Observando la modalidad de entrega de módulos alimentarios, se procedió a entregar estos elementos bajo la misma modalidad: casa por casa y asegurando el distanciamiento social. En 17 jornadas (al 11 de septiembre) se entregaron 11.200 frazadas. Fueron 17 los barrios de la ciudad recorridos en ese operativo.

Respecto del convenio con el Banco de Alimentos Rosario (BAR), en el mes de mayo, desde Desarrollo Social se gestionó un subsidio de 12 millones de pesos destinado a esa asociación. Esta medida se tomó en base al compromiso que tomó el BAR, de expandir su funcionamiento, multiplicando sus funciones –de 300 organizaciones pasa a trabajar con 600, de trabajar seis horas diarias pasa a doce horas-, para afrontar la crisis por la que atraviesa la provincia. "En lo que va del 2020 la provincia ha transferido a la organización un total de 52 millones de pesos", concluye el funcionario.