Con más de seis meses de inactividad debido a la pandemia de coronavirus que obligó a suspender todos los torneos, y sin la posibilidad de volver a los entrenamientos ya que la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) aún no lo permite en ninguna de las dos categorías en las que militan los equipos salteños, sus presidentes hablaron con Salta/12 del difícil momento económico que transitan, la lejana posibilidad de un retorno y el peligro de que sus equipos de primera se desmantelen.

La última vez que los salteños pudieron ver a sus equipos en una cancha fue el 15 de marzo, ese mismo día el albo le ganó de visitante a La Merced, equipo comprovinciano, por 4-1, mientras que el antoniano hizo lo propio de local jugando contra Villa San Antonio, al que venció 3-1. Ambos militan el Torneo Regional Federal Amateur (cuarta división del fútbol argentino).

En tanto, ese domingo, Central Norte, que participa en el Torneo Federal A, buscando un lugar para ascender a la segunda categoría, empató 1-1 con Boca Unidos en Corrientes.

Si bien la actualidad futbolística no es la que alguna vez supieron tener, es inobjetable que son los tres clubes más convocantes y con más historia en la provincia. Hoy, sus presidentes esperan que la situación sanitaria les permita retornar a las prácticas cuanto antes, y a los partidos con público, único medio de recaudación en esas categorías, en un futuro no muy lejano por su propia subsistencia y la de sus jugadores, que poco a poco van tomando otros rumbos en ligas o países en donde puedan desarrollar su actividad profesional.

Tanto Héctor Defrancesco, como Marcelo Mentesana y Gustavo Klix, son conscientes de la situación que atraviesa el país y la provincia, y viven con resignación el momento, rogando que no siga cayendo la cuota societaria y que los ATP nacionales, el único sustento para pagar a los empleados, continúen llegando.

Central Norte

El primer salteño en disputar un Nacional B, hoy, tras largos años de derrotero, parecía asentarse y estar listo para dar pelea en el Torneo Federal A de la mano del ex arquero Ezequiel Medran, que hoy dirige al equipo azabache. Cuando el fútbol se suspendió, marchaba quinto y clasificaba al hexagonal final para disputar un ascenso a la Primera Nacional.

Su presidente, Héctor Defrancesco, sostuvo que la situación es de incertidumbre y que el 25 de septiembre, en una nueva reunión de AFA, analizarán las posibilidades. Allí se decidirá si se avanza en una fecha probable para jugar los hexagonales finales o se cierra el capítulo ascensos por este año.

“Nos encantaría jugar, pero la verdad es que también hay que ser conscientes que en esta situación es inviable”, manifestó Defrancesco, quien reconoce que para los equipos del interior sería imposible sostener los costos en bioseguridad que afrontan aquellos de primera o segunda división, y mucho menos pensar en “burbujas” que puedan aislar a sus planteles.

“Nos obliga a tener una serie de equipamientos y logística que no tenemos y que no podríamos afrontar”, por lo que consideró que es muy difícil pensar en volver a jugar.

Hasta aquí la institución recibe el apoyo de la AFA, “que no es mucho pero cumple con los pagos”, lo mismo que el gobierno de la provincia, que “a pesar de haber vencido el convenio, sigue cumpliendo, y si bien no es mucho, nos viene muy bien para afrontar sueldos y cumplir con lo mínimo necesario para tener al club al día”.

El dirigente del cuervo aseguró que hasta el momento las arcas están saneadas, “hicimos un bingo que nos ayudó muchísimo para continuar con las obras proyectadas”, pero aclaró que Central Norte vive de los socios y casi exclusivamente del fútbol “y se hace muy complicado obtener ingresos si no se están disputando partidos”.

Con respecto a la cuota societaria, si bien muchos se dieron de baja, destacó que el hincha sigue aportando, son unos 1200 los socios activos a pesar del parate futbolístico “y eso es gratificante, y hay que cuidarlo”.

Para sostener el plantel, el club ofreció pagar el mínimo acordado con cada jugador profesional y el cuerpo técnico a pesar de haber vencido sus contratos en junio, “los estamos ayudando a todos, con el alquiler y la comida, porque queremos mantener la base de jugadores”.

Pero reconoció que a algunos los tientan desde el extranjero o de ligas que al menos ya están poniendose en ritmo, como fue el caso del defensor, Maximiliano Padilla, quien emigró a Estudiantes de Río IV, equipo que milita en la Primera Nacional, competencia que ya retomó los entrenamientos.

Se lamentó, al igual que los demás presidentes consultados, que hasta aquí no hayan podido volver a entrenar de manera colectiva “al menos con los que se quedaron aquí en Salta”, porque AFA nunca autorizó, “ni siquiera en el mejor momento sanitario de la provincia”. Por lo que solo pudieron “pagarle a todo el plantel los gimnasios para que al menos se mantengan en forma física, cosa que ahora ni siquiera eso porque se volvieron a cerrar”.

Defrancesco consideró que los esfuerzos a nivel gubernamental fueron adecuados, pero “hay mucha inconsciencia de la población, la gente sigue saliendo igual y sin cuidarse”, por lo que coincidió con las autoridades en la necesidad de volver a Fase 1, “porque si el sistema sanitario colapsa nadie va a estar seguro”. “Ojalá que la gente pueda entender que esto tiene que ver con la actitud de cada uno y nos cuidemos todos para cambiar este rumbo”, concluyó.

Hasta aquí, ningún integrante del club, ni cuerpo técnico, ni jugadores y tampoco el personal se ha visto afectado por el virus SARS-CoV-2, algo que el presidente consideró muy positivo y ruega que se sostenga así “por el bien de cada uno y que su futuro rendimiento deportivo no se vea en riesgo”.

Gimnasia y Tiro

El albo es quizá el club más representativo de la provincia a nivel nacional en cuanto a logros deportivos recientes, todos en la década del 90. Sin embargo, desde hace años viene penando en los torneos de ascenso y desde 2019 disputa el Torneo Regional Federal Amateur junto a Juventud Antoniana.

Su presidente, Marcelo Mentesana, confesó a Salta/12 que “ya no depende de los dirigentes” el retorno de la competencia deportiva, sino de la situación sanitaria, “habrá que tener paciencia hasta que se pueda ir normalizando para pensar en ese momento de qué manera se reinician los torneos y con qué formato y formas”.

Mentesana aseguró que “hoy no hay ninguna posibilidad de hacer algún tipo de pronóstico“, sobre todo en los torneos amateurs ya que “dependemos 100% de la recaudación”, por lo que retornar a la actividad sin público se tornaría insostenible. “Recién a partir del Federal A consiguen algún otro tipo de ingresos por el Consejo Federal, pero que tampoco garantizaría que se sostengan”, aclaró el representante millonario.

Subrayó que en otras regiones, los equipos reciben algún tipo de apoyo municipal o provincial, algo que no sucede en Salta, pero aceptó que no es el momento de reclamar aportes “cuando la urgencia lo tiene el sistema sanitario”. Pero sí recordó que “la publicidad que tenía la provincia en la cartelería la han retirado”, y que el municipio, dentro de un plan de regularización de publicidad estática, también obligó a retirar algunos carteles que le generaban algún ingreso a la institución.

Hasta aquí, los más de 40 ATP que llegan para sostener a los empleados del Club son “la única ayuda que tenemos”, junto con los 700 socios que siguen pagando su abono pese a la imposibilidad de utilizar las instalaciones. “A principio de año teníamos unos 4.000 socios que pagaban $500 de cuota, pero ahora no podemos pedir más”.

En cuanto al primer equipo, resaltó que la mayoría son juveniles del Club y que nada pueden hacer si se quieren ir, aunque no han tenido que lamentar muchas bajas hasta el momento, solo el caso de Luciano Herrera que volvió a jugar a Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Pero el tiempo es crucial en estos casos, ya que muchos quieren volver a jugar cuanto antes y aprovechan la primera oferta.

Tampoco en el caso de Gimnasia pudieron retomar los entrenamientos desde marzo, debido a que no llegaron las autorizaciones para ello, “lo único que volvió por un tiempo fue el entrenamiento de las inferiores y las escuelitas, pero los planteles de primera no pudieron por falta de protocolos”.

Juventud Antoniana

El último de los grandes salteños en caer en desgracia fue Juventud Antoniana, que tras décadas de representar a la provincia en el Nacional B no pudo reponerse del descenso en 2006. Desde ese momento penó en el Federal A y en 2019 acompañó al descenso a Gimnasia en un triangular para el infarto que se disputó en la cancha de Racing de Córdoba.

Tras su primer partido de la segunda fase con triunfo en el Torneo Regional Federal, la cuarentena que rigió en todo el país le impidió continuar con sus actividades deportivas y fue el que más sufrió el largo receso, no solo en lo económico, sino también porque casi la mitad de su plantel decidió tomar otro rumbo.

Entre ellos Mauro Cachi, que decidió irse a Barracas Central; Cristian Chavarría emigró a México; Matías Vicedo, a Bolivia y el último, su delantero Pablo González de Pauli, quien decidió retornar a la segunda división de Italia a continuar su carrera.

El presidente antoniano, Gustavo Klix, al igual que sus pares dijo que ve “muy verde” la vuelta del fútbol “a pesar de haber sido muy optimistas en algún momento” y haber hecho todo el esfuerzo para que retorne antes de fin de año.

Klix espera que se pueda confirmar el retorno para febrero de 2021 y, resignado, indicó que esto los "golpea sobremanera porque es una institución muy importante” y que hizo un esfuerzo para ascender lo antes posible, “veníamos bien encaminados y la pandemia nos privó esa posibilidad”.

Dijo ser realista con el contexto que está atravesando la provincia y entender que “lo más importante es la salud de la población”, pero añadió que “de alguna manera tenemos que aprender a convivir con la pandemia y amoldarnos a los tiempos que corren”, considerando, de alguna manera, que ya deberían estar estudiando los mecanismos y protocolos para permitir el retorno de la competencia, “no lo han entendido así las autoridades que diagraman la actividad del fútbol”, expresó.

En cuanto a la continuidad del Torneo, que tenía bien posicionado a Juventud, su presidente tampoco sabe cómo seguirá una vez que se retome la competencia, “no sabemos si será uno nuevo con los 98 equipos o se continúa con el anterior”.

A pesar de lamentar la pérdida de algunos integrantes del plantel, Klix confía en que la base aún continúa “porque son chicos del club que disputaron el anual y otros que pudimos repatriar y que son nacidos en esta casa”. “El parate no me deja otra opción y no puedo ser egoísta con los chicos que pidieron el pase por unos meses para poder seguir jugando y llevar un plato de comida a su casa”, explicó sobre los cuatro jugadores que ya abandonaron la institución.

Aseguró que con los sueldos acordados, “se cumplió hasta el último día trabajado”, pero que no puede negarle la libertad a los que tengan la suerte de “irse afuera del país para seguir jugando, porque acá está imposible”.

Klix rescató la decisión de la intendenta Bettina Romero de restituirle al club, tras 58 años, “algo que nos pertenecía, como es el predio de la calle Catamarca”. Pero aclaró que “independientemente de ese gesto, no hemos recibido ningún tipo de apoyo económico por parte del Estado”. Sólo los más de 300 socios que aún pagan su cuota y los dirigentes que aportan de sus bolsillos, son los que sostienen “este mal momento que estamos atravesando todos”.

Tampoco en Juventud tuvieron que sufrir, por el momento, casos positivos de covid-19 entre el plantel y quienes trabajan en el Club.