No por sabido es menos cierto. “El vaivén de la pandemia marca el ritmo de la economía en la provincia de Santa Fe en lo que va de 2020”, ratificó ayer el informe de setiembre del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), que dirige el economista Andrés Asiain. “El avance y retroceso en las fases de aislamiento” –explicó- sobre todo en Rosario y Santa Fe “se hace sentir en las variables económicas, que parecieron marcar cierto repunte en los meses de junio y julio”, pero al que siguió “un nuevo estancamiento hacia el mes de agosto”. El trabajo fue coordinado por la licenciada en economía en la Universidad Nacional de Rosario, Celina Calore y revela otro costado de la crisis: la Inflación Supermercados (IPS CESO) -como la define-, en términos interanuales: 56,4% en mayo, 53,3% en julio y 57,2% en agosto. Una tendencia.

“El consumo es el componente con mayor peso en el producto interno del país”, remarcó. “El análisis de su evolución resulta, por tanto, fundamental para comprender los cambios que se producen en nuestra economía y los efectos que las decisiones de política macroeconómica tienen sobre este agregado”.

“El avance y retroceso en las fases de aislamiento en nuestra provincia se hace sentir en las variables económicas, que parecieron marcar cierto repunte en los meses de junio y julio, con un nuevo estancamiento hacia el mes de agosto. El vaivén de la pandemia marca el ritmo de la economía durante el 2020”, sintetizó.

En Santa Fe, el informe analizó seis variables: el patentamiento de vehículos, ventas en supermercados, consumo de cemento y de energía Eléctrica, créditos al consumo y el índice de confianza del consumidor. Precisamente, este índice viene en picada: cayó el 0,1% en mayo, el 9,6% en junio, el 14,9% en julio y el 1,0% en agosto.

“Las ventas en los supermercados siguen cayendo en términos reales”, informó CESO. “En julio la baja fue del 6,8% interanual en la provincia. Electrónicos y artículos para el hogar (84%) fue el rubro que más creció, mientras que la baja más pronunciada se dio en alimentos preparados y rotisería (28%)”.

“El patentamiento de vehículos cero kilómetro retoma la tendencia bajista. La difícil recuperación está relacionada al atípico segundo trimestre del año, fuertemente afectado por la pandemia, donde la caída acumulada llegó al 29,8%. En los meses siguientes se observa un leve recorte de la misma”.

“El consumo de cemento también es inestable”. “En agosto retoma las caídas interanuales que se venían dando desde junio de 2019 y fueron interrumpidas el mes pasado. La variación interanual negativa fue del 3,0%, debido a una caída en el consumo de cemento a granel (21,9%) que no logró ser compensado por el aumento del consumo de cemento en bolsas (12,8%)”, explicó el informe.

Lo que sí crece es “el financiamiento a través de préstamos prendarios y personales”. En el caso de los “prendarios aumentó un 22% y los personales el 7% interanual. Mientras que el intento de financiarse “a través de tarjetas de crédito continúa siendo menor al del mismo mes de 2019 (44%)”.

Otro dato de la realidad que marca el informe es el menor consumo eléctrico. “El consumo de los grandes usuarios fue el que más cayó en términos interanuales (12%) junto al no residencial mayor o igual a 300 kw (10,0%). Sin embargo, muestran aumentos mensuales desde la gran baja que se dio al inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO)”, en marzo. “Por otro lado, el consumo residencial menor a 300 kw bajó 7,4% con respecto a agosto de 2019 y el residencial menor a 10 kw tuvo una caída interanual de 5,03%. Este último fue un 22% inferior al del mes anterior e incluso por debajo del promedio de consumo de los últimos seis meses.

En un cuadro resumen que acompaña el informe refleja ese desplome del consumo eléctrico en la provincia, en términos interanules: cayó 9,6% en mayo, 1,7% en junio, 0,2% en julio y 7,9% en agosto.