Desde Santiago

Las imágenes dieron la vuelta al mundo: un carabinero empujó a un chico de 16 años haciéndolo caer al río Mapocho en Santiago para posteriormente huir junto a sus compañeros sin socorrerlo. Fue este viernes, durante las primeras manifestaciones conmemorativas del llamado “estallido” del 18 de octubre y que dio inicio a la gran revuelta social chilena el año pasado y que obligó a establecer un plebiscito para cambiar la Constitución de 1980 —promulgada por la dictadura de Pinochet—y que será celebrado el domingo 25 de octubre.

Aunque la institución rápidamente negó el acto, al menos dos videos evidenciaban cómo el policía, posteriormente identificado como Sebastián Zamora Soto (22), corría hacia el joven y lo hacía caer a una distancia de siete metros provocándole traumatismo encéfalo craneano cerrado y fractura bilateral de muñeca.

Tuvieron que ser los rescatistas de la brigada de salud conformada por estudiantes de medicina y que desde el año pasado cuidan a los manifestantes de la brutalidad policial (que han provocado más de un centenar de mutilaciones en los ojos a los manifestantes) quienes tuvieron que llevarlo a la Clínica Santa María donde hoy se recupera.

Un peligro para la sociedad

Hoy domingo desde las 11:00 en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, comenzó la formalización de Zamora Soto (22) imputado por el delito de homicidio frustrado. La fiscal de Alta Complejidad Ximena Chong relató a la audiencia que el imputado, asignado al servicio de copamiento de la Plaza Baquedano, alrededor de las 19:30 recibe, junto a un número mayor de funcionarios, la instrucción de realizar una maniobra de avance de un carro lanza aguas y de personal de infantería" sobre la vereda poniente del puente Pío Nono con el objeto de “despejar y dispersar”.

 

Y es ahí donde “corren en dos líneas consecutivas hacia los manifestantes, quienes se alejan del lugar. Es así que encontrándose la víctima de 16 años sobre la vereda poniente del puente Pío Nono de espaldas y corriendo hacia el norte (...) de manera de paralela a la baranda —que mantiene una altura de 1,1 metros—, el imputado se abalanza en diagonal contra el adolescente, tomándolo con sus brazos e impulsando de tal forma que lo eleva sobre la baranda en cuestión y lo hace caer de cabeza hacia el río Mapocho. Esto es, desde una altura aproximada de 7,4 metros”.

Además de recalcar la nula intención de evitar la caída o prestar ayuda, Chong señaló que el carabinero “tras observar a la víctima boca abajo e inmóvil, junto al resto de los funcionarios se retira del lugar”.

El chico, según el informe de la fiscal, resultó con lesiones de carácter grave (fracturas en ambas muñecas), además de una leve contusión hemorrágica occipital derecha, sin repercusión neurológica actual y de carácter grave, y una contusión en la base del pulmón derecho. Tampoco se pudo demostrar que haya habido un procedimiento de detención como había señalado el carabinero. Es más: la enfermera que lo atendió señaló que “en ningún momento la víctima ingresa custodiara por carabineros y tampoco carabineros ingresa a realizar ningún procedimiento”.

Debido a esto, el Ministerio Público tras recabar todos estos antecedentes —donde fueron fundamentales las grabaciones tanto de los testigos como de las cámaras de seguridad y las que portaban carabineros— solicitó su presión preventiva por ser “un peligro para la seguridad de la sociedad” y además por “el eventual peligro de reiteración”.

Patricia Muñoz, abogada querellante y perteneciente a la Defensoría de la niñez señaló durante la formalización: “Espero que el señor Zamora no sea el único que enfrente este proceso criminal, sino que muy pronto tengamos formalizados a los demás miembros del piquete, y también a personas del mando (…). Lo cierto es que lo que podemos observar del comportamiento de quien hoy día enfrenta el tribunal es precisamente lo contrario a aquel mandato institucional que Carabineros de Chile ha declarado”.

La fiscal, por otro lado, fue amenazada en redes sociales mientras se transmitía la formalización. Un tipo de nick “Reimond Reddintong” posteó su supuesta dirección y señaló “que empiece a aminar para atrás mirando mejor”. La situación fue denunciada por la periodista Paola Dragnic corresponsal de Telesur, la misma cadena que difundió el video principal del carabinero empujando al chico.

Carabineros en sus horas más oscuras

No es la primera vez que las fuerzas policiales chilenas practican “encerronas” a los manifestantes. El 18 de noviembre de 2019 Mauricio Muñoz recibió un golpe que lo hizo caer al río.

También ha llamado la atención la pasividad ante las marchas de los votantes por la opción del “rechazo” a cambiar la constitución, quienes han llegado a usar símbolos nazis o —más grave aún— los funerales de narcos en los barrios periféricos de Santiago donde, en plena pandemia, les permitían hacer disparos al aires o lanzar fuegos artificiales. Algo que contrasta con el trato que se la da al resto de los chilenos que protestan, incluido el personal de la salud, que son reprimidos casi como si fueran sus enemigos.

Esto se suma a un largo historial de fraudes económicos donde destaca el “Paco Gate”, una malversación de fondos públicos considerado el más grande de la historia de Chile; los montajes y espionajes contra comuneros mapuche en la llamada “Operación Huracán” y un arco de brutalidad cuyos casos más emblemáticos son el asesinato por la espalda del mapuche Camilo Catrillanca en noviembre de 2018 y las mutilaciones provocados por los disparos de balines al rostro de los manifestantes durante las protestas de 2019 tema que llegó a aparecer incluso en revistas científicas como Nature.

Así, la idea de reformar a carabineros, a excepción de gran parte de la derecha gobernante, es prácticamente transversal entre los chilenos. De hecho, 23 senadores de partidos de la oposición entre ellos el Partido Socialista (PS) y Democracia Cristiana (DC), han señalado que no darán sus votos para aprobar el presupuesto 2021 de la institución durante la discusión que se discutirá este mes.

Indignación

Anoche hubo cacerolazos y protestas en el sector de Plaza Italia/Baquedano —también conocida como “Plaza de la Dignidad”— al punto de hacer retroceder a carabineros que resguardan el sector desde que la pandemia obligó a suspender las manifestaciones. Se han registrado escenas como la de una madre que reclama por su hijo atropellado por un vehículo policial conocido en Chile como “zorrillo”, también se han congregado en la clínica donde se recupera el joven y en redes sociales se exige la salida del General Director de Carabineros Mario Rosas quien a pesar de las mutilaciones y el brutal actuar de sus hombres, mantiene la confianza del presidente Sebastián Piñera.

De hecho el ministro del interior Víctor Pérez, quien fue alcalde designado por el mismo Pinochet en la ciudad de Los Angeles en los ochenta, dijo que “El gobierno reitera su respaldo a Carabineros de Chile en el cumplimiento de su deber” y que “si alguien si alguien al interior de carabineros se alejó de la ley, se alejó de los protocolos, se alejó de las instrucciones, sin duda va a tener que ser sancionado por la institucionalidad, pero el respaldo a Carabineros es fundamental".

De todas maneras tanto Pérez como Rosas fueron citados el lunes por la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados para dar explicaciones. “Las imágenes ampliamente difundidas dan cuenta de un acto extremadamente grave por parte de un funcionario policial, que amerita toda nuestra condena. Hay un uso excesivo de la fuerza que termina con este joven menor de edad en el río Mapocho. Este tipo de abusos no los podemos tolerar”, declaró su presidente el diputado Miguel Ángel Calisto (DC).